Durante los últimos doce meses han sido bastantes las exposiciones dedicadas a la fotografía, una de ellas fue la titulada ‘Notas de viaje’, que contenía imágenes pertenecientes a la colección privada del conocido actor Gabino Diego y que permitió contemplar obras de las principales corrientes estéticas de este género en las últimas décadas. Otra fue ‘Paseando el tiempo’, que mostró instantáneas históricas de la ciudad de León desde el año 1854 hasta el 1959, permitiendo comprobar la evolución urbanística de la población observando lo que aún no estaba y lo que desapareció. Ambas muestras se pudieron ver en El Palacín.
También expuso fotografías ‘Despoblados’ de José Alberto Calvo, en el Museo de los Pueblos Leoneses de Mansilla, donde se contemplaron paisajes de pueblos abandonados que constataban la desaparición del mundo rural como un hecho irreversible en muchos casos; además se pudo ver, en la sala de El Albéitar, el proyecto de Cecilia Orueta que recreó la estancia del pensador alemán Walter Benjamin en Ibiza con un reportaje imaginario. ‘Ciertos deslumbramientos’, con composiciones de José Ramón Vega y textos literarios de Tomás Sánchez Santiago, en el Museo de León, reunió fotografías con el paso del tiempo como tema principal y la muestra dedicada a la Transición en la Fundación Sierra Pambley, que contó con materiales de la agencia EFE, dejó ver de fondo a toda una generación anónima como los auténticos autores de la democracia y del país actuales.
Además, hay que destacar la exposición del pintor Joaquín Sorolla en La Térmica Cultural de Ponferrada, que expuso cuarenta pinturas originales más trajes y joyas que le sirvieron de modelo, así como una inmersión en realidad virtual desarrollada a partir del mundo del autor.
También fueron exposiciones interesantes la que la Fundación Cerezales dedicó al fenómeno meteorológico de la nieve y su valor simbólico en la cultura de diferentes épocas y geografías, abierta hasta mediados de febrero, o ‘Insound and Instructure’, que inauguró recientemente el MUSAC y que se podrá ver hasta mayo del próximo año, mostrando la trayectoria artística de Yoko Ono desde los años sesenta del pasado siglo hasta hoy, marcada por lo participativo y el idealismo utópico. También hay que recordar la del artista y activista chino Ai Weiwei que, aunque se abrió al público en este mismo museo el año anterior, se pudo ver hasta mes de junio del actual.