Es una leyenda de la lucha leonesa y un gran paisano, de la Ribera acogido con los brazos abiertos en la Montaña, buen conversador, de los que tienen la puerta abierta y el corazón
Como tantos en Maraña creció entre la nieve, convivió con ella y se convirtió en un gran esquiador y monitor de esquí en unos tiempos en los que hacían de todo
Su vida es la música, ella es la música en mil facetas de su voz prodigiosa, al servicio de la enseñanza o grupos de jazz, funky o la banda Gaudí, con la que inicia una intensa gira de verano
Habría que decir ex ferroviario, pero Manuel mantiene el alma de la profesión; habría que decir en Renfe o Adif, pero Manuel mantiene el alma en los trenes del viejo Hullero
Es el prototipo del paisano trabajador, primero en varias empresas en Madrid, ganadero, en trabajos forestales, albañíl de ‘uso propio’, criador de patos para disfrute de las nietas
Después de una vida por parroquias bien diferentes: Geras, Laciana, Murias, Omaña, La Sobarriba... desembarcó en León con especial dedicación a los enfermos. Fue homenajeado el martes
En Esther pronto percibes el saber hacer panadero de 4 generaciones que la han precedido; pero, sobre todo, el compromiso humano de llegar hasta el último rincón donde haya un vecino
Va a cumplir en unos días los 49 años y sigue defendiendo la portería del Balonmano Paramés, que compatibiliza con su profesión de agricultor en Mansilla del Páramo
De niño regaló su gabardina nueva a otro niño que la necesitaba más que él, de mayor se ha entregado a una ciudad que él mismo creó para niños sin techo, ‘golfillos’, dice él
Con siete años es un torrente de ingenuidad, se pintó en la cara las dos banderas para el partido entre los países de sus padres en el Mundial pero papá es más futbolero y ‘tiraba’ algo más
La mina fue su vida y la música llenó su jubilación, empezó con el rabel, que le recordaba su infancia, estudió guitarra en la Escuela de Música y ahora anda enredado con la zanfoña
Artista desde niña, se fue a París, se sumó en Francia a todo tipo de proyectos culturales cuando la enfermedad de su madre la requirió a su lado... y después sintió la necesidad de quedarse
Va para los noventa y es un torrente de vitalidad, recuerdos y mucho trabajo; vive sola pero no quiere abandonar su pueblo, ni sus gallinas o sus paseos, lo que ya no anda es en la moto
Aquel niño que jugaba en el Santa Marta soñaba con llegar a la Ponferradina... y fue el jugador que más partidos disputó en el equipo de sus sueños en los 18 años que defendió su portería