Los personajes del tío Ful: Severiano, cinco millones de kilómetros como taxista

Trabajó desde niño, en la ganadería, en Regiones Devastadas... pero, sobre todo, con un taxi con el que desde Boñar recorrió España, cinco millones de kilómetros, sobre todo a Madrid

Fulgencio Fernández y Laura Pastoriza
18/11/2023
 Actualizado a 08/02/2024
https://youtu.be/djdn_DG_cc4

Severiano López es todo un mundo de recuerdos, salta de uno a otro, los va hilando y así de sus años casi infantiles trabajando en Regiones Devastadas en la posguerra pasa a recordar que fue andando 28 kilómetros para ver un corro de lucha y lo ganó Arriola, el ingeniero secuestrado por el maquis... «Ganó un mazapán, era el premio que había, y lo repartió con la gente que andábamos por allí, a mí me tocó un trozo».

Hijo de un minero con problemas respiratorios, fue «a tomar las aguas» en las ‘caldas deGetino’ y se quedaron 5 años trabajando de caseros, él estuvo después en Regiones Devastadas con el recordado Abilio Barata y, finalmente, habla de lo que más le gusta: el taxi, sus muchos años como taxista, tantos que «recorrí prácticamente todas las ciudades de España, salvo tres o cuatro. Por los kilómetros que le hice a cada uno de los coches calculo que recorrería unos cinco millones de kilómetros»

Había trabajado antes un tiempo en la Empresa López, de conductor de autobús, pero le surgió la posibilidad de hacerse con un taxi, en sociedad con Isidro, el recordado ‘curandero de Boñar’ y un industrial hostelero. «Después ya me quedé yo con el taxi».

"Hice cientos de viajes a Madrid, miles, llevaba a unos y traía a otros, me dicen en broma que inventé eso que ahora está de moda (bla bla car)"

- ¿Y cómo hizo tantos kilómetros, cinco millones...?
- Una parte importante de ellos los hice a Madrid, a la capital de España iba muchísimo...
- ¿Y eso?
- A base de moverme y tener contactos. Hice sobre todo viajes con cantineros de la comarca que tenían bar en Madrid, contamos alguna vez que había 133 bares que el dueño era de la comarca de Boñar, de todos estos pueblos... Es a lo que más se dedicaron, los de Astorga eran pescaderos; los de Babia carniceros, y los de Boñar pues cantineros... y yo tenía contacto con todos, llevaba a unos, traía a otros, aprovechaba los viajes. En broma me dicen que «inventé eso que está ahora tan de moda de compartir viaje (bla bla car)».

Todo un mundo el de este paisano de 92 años que también viaja a Alemania (tiene allí una hija) y «me entiendo con aquella gente». Y sigue conduciendo. «Me gusta mucho conducir. Este coche que tengo tiene un millón de km.».

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