Villamartín del Sil vivió la pasada semana un sencillo acto cargado de mucho significado: la inauguración de un truébano/biblioteca; un paso más de un proyecto más amplio y ejemplar que es su Biblioteca del Concejo, que ya suma ocho mil ejemplares de libros de las temáticas más diversas en pocos años y tiene otras actividades como dejar cada semana un libro en el bar del pueblo, el punto de reunión más habitual, para fomentar su lectura a través de explicaciones sobre el mismo que los vecinos pueden leer en el grupo de facebook de la iniciativa: Biblioteca del concejo de Villamartin del Sil.
Todo este proyecto tuvo un impulso fundamental con la jubilación de Santiago Asenjo, casado en Villamartín y vinculado en su vida laboral a la biblioteca de la Universidad de León, de la que fue director muchos años. "Cierto que fue una forma de mantener mi compromiso con el mundo del libro, las bibliotecas, etc, pero lo importante fue el apoyo de la gente de Villamartín, como se puede comprobar por ejemplo en la creación de este truébano/biblioteca, realizado en hacendera por seis o siete vecinos que hicieron posible todo ese trayecto de talar un tronco apropiado, vaciarlo, quemarlo para que no suelte resina, colocar las estanterías y puerta con tranca rústica o cimentarlo sobre una base sólida...".
Y el proceso fue posible de tal forma que una placa explica el sentido de este truébano: "Biblioteca de libros libres: Libres nos hacen los libros. Coge un libro, léelo, o si lo llevas, deja otro. Los libros que hay en esta biblioteca están a disposición de cualquier persona. Son para leerlos y volver a dejarlos en ella o si llevas alguno debes dejar otro en su lugar. Es un proyecto abierto y participativo entre personas destinado a facilitar y fomentar la lectura en libertad. Junta Vecinal de Villamartín del Sil. Agosto de 2023".
La Biblioteca del Concejo, con ocho mil volúmenes, es la ‘matriz’ de la idea a la que acaban de sumar la minibiblioteca Truébano, que también se suma a la Red Libros Libres
Es este truébano de lectura en libertad una rama de ese proyecto matriz de la Biblioteca del Concejo de Villamartín del Sil, que ya reúne en estanterías y cajas (necesitan más estanterías) más de ocho mil títulos de todos los géneros, muchos de ellos dedicados por los autores que pasan por allí a presentar sus libros y dejan alguno que se suma al proyecto. Gente como el recordado Lolo, que también tiene un mural en la plaza; José María Merino, Valentín Carrera, Chema Sarmiento (de quien se proyectó El Filandón en su presencia), Carlos Fidalgo, Isidro González García, Nuria Antón o Fulgencio Fernández, el pasado miércoles, que fue el encargado de inaugurar el truébano biblioteca, además de participar en un filandón sobre los personajes de sus libros y reportajes.
Concejo, hacendera, truébano... son algunas de las palabras que marcan esta iniciativa de la Biblioteca ‘madre’ y la de libros libres. "No es una casualidad, todo forma parte de la iniciativa. De un lado nada tiene mucho sentido si se hace de espaldas a los pueblos, y más de estos en los que quedan pocos vecinos que lo que necesitan son proyectos de unión, de ahí el nombre genérico de la matriz de la idea, la biblioteca del Concejo; esta idea de proyecto comunal se refleja en la forma de construir el truébano o atender la biblioteca; y finalmente nos pareció muy interesante la apuesta por la recuperación de nuestras palabras, desconocidas ya para las nuevas generaciones, como truébano", según les recordó el encargado de la inauguración.
Así las nuevas generaciones de Villamartín ya saben que el truébano es un espacio hueco en un árbol al que se le pueden dar usos diversos, de colmenas a bibliotecas. Por cierto, no está en el diccionario de la RAE, pero ya le pidieron a José María Merino, miembro de la academia, que mirara la posibilidad de incluirla. Quedó en mirarlo.
Y es que cuando los de Villamartín se ponen a una cosa... Más difícil era reunir ocho mil libros... Y allí están.