Es con el título ‘Insound and Instructure’ como la artista japonesa Yoko Ono se estrena en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León. Es en el enclave de la capital provincial donde más de 80 obras extendidas en 1.700 metros cuadrados se convierten en grandes protagonistas hasta el próximo 17 de mayo.
El bautismo de la colección tiene su origen en el concierto y exposición celebrados por la artista el 20 de julio de 1964 en Yamaichi Hall de Kioto: «Ambos términos se refieren a la forma en que la artista integra sonido e instrucción en su práctica artística». Y es que son multitud los sonidos e instrucciones que forman parte de la muestra más extensa de Yoko Ono alumbrada en España durante la última década. La creadora, que ha expuesto en lugares tan emblemáticos como el Tate Modern de Londres, el Neue Nationalgalerie de Berlín o el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago, cede ahora parte de su creación al centro museístico dependiente de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León.

Así, obras elaboradas desde la década de los sesenta e instalaciones de gran formato fechadas en los noventa pueden disfrutarse en el espacio, que ha contado con la coproducción del museo Sakip Sabanci de Estambul (Turquía), donde posteriormente irá a parar esta exposición comisariada por Jon Hendricks, el responsable del estudio de Ono, Connor Monahan, y el director del Musac, Álvaro Rodríguez Fominaya. Sin seguir un orden cronológico específico, aunque recopilando buena parte de una trayectoria artística de más de siete décadas, el centro de la capital leonesa se transforma temporalmente en lugar de cobijo para numerosos ejemplos de performance, cine, música, instalación, pintura y fotografía que, incluso, llegarán a ser alumbrados en una publicación coeditada por el propio Musac y La Fábrica y diseñada por Lacasta Design.
Piezas destacadas
Todas las creaciones guarecidas desde el pasado fin de semana en el Musac tienen en común a Yoko Ono, pero también muchas de las características por las que se conoce su obra. Considerada una de la grandes pioneras del arte participativo, la artista invita al espectador a ser parte del proceso de creación con muchas de sus piezas. Una de ellas es ‘Entrada’ (Entrance) (1990); una estructura que obliga a los visitantes a escoger entre varias opciones para acceder a la exposición. Mientras tanto, ‘Laberinto-Asombra’ (Amaze) (1971) se presenta como una instalación laberíntica fabricada con plexiglás por la que el público puede transitar.

La primera edición de Pomelo (Grapefruit, 1964) puede verse igualmente en el enclave. La «revolucionaria colección autoeditada de Ono» recopila más de 200 ‘Instrucciones’ que, creadas entre 1953 y 1964 y aún hoy vigentes, «son tanto piezas poéticas como un manual para la producción de una obra de arte». Algunas de ellas son el origen de varias de las creaciones de ‘Insound and Instructure’. Es el caso de ‘Cuadro para ver los cielos’ (Painting to see the skies) (1961), ‘TV Cielo’ (Sky TV) (1966) –considerada una de las primeras vídeo-instalaciones de la historia y que transmite en directo el cielo sobre el Musac–, o la instalación ‘Escaleras hacia el cielo’ (Skyladders) (1968). Además, a lo largo del recorrido, los visitantes se encuentran con algunas de las instrucciones. Ocurre con ‘Pieza para reparar’ (Mend piece) (1966) o ‘Cuadro para dibujar un círculo’ (Draw circle painting) (1964), entre otras.
El medio audiovisual no se queda atrás en esta muestra. Una amplia selección de ocho de sus películas, producidas entre 1964 y 1972 –algunas, en colaboración con John Lennon–, se proyectan en el museo. ‘Mosca’ (Fly) (1970/1971), ‘Libertad’ (Freedom) (1970) y ‘Violación’ (Rape) (1968) son tres ejemplos de una serie de cintas «que desempeñan un papel destacado en la historia del arte contemporáneo».
Todas son muestras de la vasta trayectoria de una creadora que promete no dejar a nadie indiferente. Una creadora que, ya en el fin de semana inaugural de ‘Insound and Instructure’, consiguió congregar a más de 2.000 visitantes en el Musac.
