Fiestas "a rancho"

Gerardo García Arias, 'sopero mayor' durante más de cincuenta años fue uno de los grandes impulsores de la tradición de las sopas de ajo en San Pedro en León

Fulgencio Fernández
20/06/2022
 Actualizado a 20/06/2022
El brigada Gerardo García con su equipo preparados para cocinar miles de raciones de sopas. | FERNANDO RUBIO
El brigada Gerardo García con su equipo preparados para cocinar miles de raciones de sopas. | FERNANDO RUBIO
San Juan y San Pedro son los patronos de la ciudad de León, entre sus días 24 y 29 de junio (con alguna prolongación anterior y posterior) se celebran los festejos que cada año prepara el equipo de Gobierno del ayuntamiento y critica la oposición, parece que también forma parte de la fiesta.

Y las dos fechas tienen su tradición, actos que suelen ser los más multitudinarios de los festejos. San Juan, como corresponde, con su hoguera; y en la de San Pedro se ha hecho un hueco, y grande, la tradición de las sopas de ajo, miles de raciones "a un precio asequible" —e indeterminado, según marca la tradición —que te permiten llevarel recipiente de barro a casa como recuerdo. No parece fácil montar el operativo que te permita servir miles de racionesy el secreto de cómo se logró está en la colaboración con el campamento militar del Ferral, acostumbrados a cocinar cada día para miles de comensales y con infraestructura para hacerlo. Nos recuerda Fernando Rubio, además de con sus fotos de los años 70, un nombre fundamental en esta colaboración: el teniente coronel Armando Palacín. Pero es bien sabido que en el Ejército el escalafón es ley y el alto mando decide y ordena, y por debajo se ejecuta. Y en ese escalón inferior—en aquellos 70 era brigada— aparece un personaje fundamental y realmente singular: Gerardo García Arias, ‘sopero mayor’ durante más de cincuenta años (cumplió la cifra redonda de 50 en 2008).

Con motivo de este medio siglo al frente del equipo de cocineros/camareros/soldados para todo, Gerardo García nos explicaba algunas de las curiosidades de esta celebración, a la que siguió acudiendohasta la longeva edad de noventa años, lo que le permitía presumir de "tener el récord mundial de raciones de sopas de ajo cocinadas".

Añadía otras curiosidades como el hecho de que cada año cuando se acercaban las fiestas de la capital se acercaba al ayuntamiento para presentarle al alcalde la reivindicación de "algunas necesidades" en las que, señalaba, "debo decir que todos los alcaldes son exactamente iguales, ninguno me hizo el más mínimo caso". Aunque remata con una concesión, "había una cosa que sí aceptaban, mantenerme el sueldo del alcalde anterior, que era nada; da igual en pesetas que en euros".

Era el humor de este singular personaje, que también contaba su vida con la misma ironía. "Entre al Ejército con 14 años, cuando era casi un niño, para lo que tuve que falsificar la fecha de nacimiento (1918)". Por ello, con tan solo 16 años ya fue destinado a Asturias para ‘sofocar’ la llamada Revolución de Octubre de 1934 y dos años más tarde participar en la Guerra Civil española. "Estuve en destinos muy complicados: Teruel, el Valle de Arán, la famosa batalla del Ebro, la ofensiva de Barcelona". Y, sin embargo, explicaba que "no me debieron parecer suficientes dos guerras y me apunté voluntario a la División Azul, en Rusia. Fueron veinte meses muy duros, tengo 15 medallas y recuerdos terribles", explicaba este hombre muy vinculado también a la Semana Santa, especialmente en el campo de la música, siendo el creador de la primera Banda de Tambores y Cornetas de León o el coro de la Iglesia de San Isidro Labrador, además de tocar en otras agrupaciones.

Un personaje que nunca faltó, ni un solo año, a la cita con las sopas de ajo y nos dejó un largo anecdotario, como que "el año que más gente acudió a degustarlas no fue, como mucha gente cree, el que vinieron los reyes (entonces Juan Carlos y Sofía) sino un año en el que el famoso radiofonista Gelete hizo mucha publicidad de las sopas en su programa, animaba a los oyentes a que acudieran y nos encontramoscon 11.000 personas cuando habíamos calculado, ya por lo alto, para 9.000. Hubo que recortar la cantidad, no quedaba otra".

El año que más gente acudió no fue con la visita real sino cuando  Gelete animó a la gente a ir, acudieron once milNo era Gerardo García de los que ‘escondía’ celosamente la fórmula de las sopas; es más, no tuvo ningún inconveniente para desvelarla en el periódico porque, afirmaba, "el único secreto es la mano del sopero y, sobre todo, hacerlas para más de 5.000 personas".

- Bueno, pero dinos la fórmula.
- Ahí va. Mira, para una persona: 200 gramos de pan de hogaza del día anterior por lo menos; 3 dientes de ajo; la sal que pida; aceite; dos cucharadas soperas de pimentón y el agua que pida, unos dos litros. Después lo multiplicas por siete mil y ya las puedes hacer tú.

Pues eso, el que quiera...
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