
Ganó en Santander. Y en Valladolid. Y en Zaragoza. Y en Cádiz. Y ahora la Cultural pone otra cruz en su particular lista de víctimas a domicilio con el Éibar.
Volvió a hacerlo la Cultural, que sumó su quinto triunfo a domicilio de la temporada, algo que absolutamente nadie podía ni imaginar que iba a pasar en sólo nueve salidas, y cogió cinco puntos de renta sobre los puestos de descenso que le empiezan a dar cierto colchón para cuando vengan mal dadas.
Porque sí, jugaba fuera la escuadra culturalista, aunque si cogieras sólo el sonido de Ipurúa durante muchos momentos pareciera que estabas en el Reino, mérito de los 500 seguidores culturalistas que se montaron su particular gran fiesta con las caretas de Lucas Ribeiro y llevaron en volandas a su equipo hacia la victoria sin dejar de gritar y animar ni un sólo momento.
¿Y el resultado? Pues 1-2, como en Cádiz tanto en los guarismos como en el hecho de conseguir darle la vuelta a un partido que los leoneses habían empezado perdiendo, algo que cada jornada de Segunda deja claro que es dificilísimo y que tras no hacer en los 14 primeros partidos logran por segunda vez en los tres últimas los de Ziganda.
Otra vez a balón parado encajó la Cultural. En la segunda jugada de un córner Selu perdió la marca de Magunazelia y este conectó con Arbilla para que marcara en área pequeña
Y es que a los 23 minutos de encuentro otra vez el balón parado ‘castigó’ a la Cultural. En la segunda jugada tras un córner despejado Adu la ponía desde la derecha, en el segundo palo Selu (el peor con diferencia de los leoneses) perdía la marca de Magunazelaia y este la ponía al área pequeña donde Arbilla se anticipaba a Ojeda y ponía a puerta vacía el 1-0 en el marcador.
Al tercer susto de los locales, que habían tenido ya dos pésimas resoluciones de Bautista, una tras un error en salida de balón de Selu en la que se dormía cuando podía encarar solo y otra en un cabezazo libre de marca que mandaba desviado, castigaban a una Cultural que también había tenido un tiro desde la frontal de Ojeda que se iba por poco cerca del palo.
Sin embargo, la reacción de los leoneses fue inmejorable, adueñándose del encuentro y empezando a generar ocasiones. Tuvo un mano a mano Manu Justo tras un buen pase de Ojeda, pero la tiró al lateral de la red y además parecía haber partido en fuera de juego. Se topó en un córner con el larguero Selu, que había rematado con la rodilla entre rivales. Y por fin, tanto fue el cántaro a la fuente que se rompió... gracias al VAR.
Tras impedir el larguero el 1-1 de Selu, acabó llegando de penalti del portero sobre Justo que el VAR corrigió tras anularse por un inexistente fuera de juego
Entró el vídeoarbitraje por segunda vez en la temporada en un partido de la Cultural y de nuevo fue para corregir un error arbitral, pues se había señalado un inexistente fuera de juego en un clamoroso penalti sobre Manu Justo.
El delantero, tras un buen pase de Tresaco, se plantó ante el portero e intentó regatearle, cortando Magunagoitia con la mano en primera instancia, pero cogiendo el rechace Justo y siendo arrollado en la segunda por el meta.
Se acababa señalando como no podía ser de otra forma la pena máxima y la metía el delantero, que hacía su quinto gol de la temporada tras tirar fuerte y pegado al palo, haciendo que diera igual que el meta le adivinara el lado.
Pero lo mejor estaba por llegar en el arranque de la segunda parte, cuando Thiago Ojeda se inventaba un gol de auténtico genio para darle la vuelta al encuentro. Recibía en el centro del campo de Hinojo, controlaba en la medular y cabalgaba hacia el área mientras la zaga reculaba, y al llegar a la frontal recortaba al zaguero amagando el disparo y se sacaba un zurdazo raso y pegado al palo con el que ponía el 1-2.
Ojeda recibió en el centro del campo y llegó hasta la frontal, donde marcó tras un recorte, para firmar el 1-2
Tenía no obstante pronto la opción de empatar Guruzeta, tras un doble error de Tomás Ribeiro y Barzic (probablemente el único en el encuentro de una zaga que rindió a gran nivel pese a tener que achicar agua durante muchos minutos, y donde cumplió un Víctor García que tuvo que entrar ante la baja de última hora de Calero por un proceso vírico), pero en el mano a mano resolvía fatal y al querer ‘reventar’ el balón lo mandaba arriba.
Sin embargo, llegó un momento de partido que lo que estaba cerca era el 1-3. Con un Lucas Ribeiro sensacional y desequilibrante cada vez que aparecía (aunque no fue mucho) conduciendo las contras, se sucedían las opciones de peligro, con una que Justo mandaba arriba a pase del brasileño, otra en la que la asistencia de Chacón a Tresaco la sacaba el portero en área pequeña cuando ya iba a rematar; y una más en la que Tomás Ribeiro, completamente solo en un córner, la pegaba mal.
De estar cerca del 1-3 con las contras comandadas por Lucas pasó la Cultural a encerrarse en su área hasta el final tras quitar al brasileño
Los cambios de Ziganda (que se llevó un tremendo pelotazo en la cabeza que lo tumbó en una acción involuntaria de Nolaskoain) sentando a Tresaco y sobre todo a Lucas (que mostró su enfado por ello) le sentaron mal al equipo, que perdió la salida tras robo del brasileño y cedió el balón a su rival y fue atrincherándose en su área para defender en bloque bajo.
Y la verdad es que no sólo aguantó el 0-1, sino que apenas concedió. Mejoró el Éibar cuando salió al césped, ovacionado por la grada leonesa, Toni Villa, pero pese al sufrimiento que eran los constantes centros al área, la realidad es que sólo tuvieron un rechace de Guruceta que sacó Badia y un cabezazo de Martón tras un córner que se marchó fuera por poco.
Aguantó la Cultural y se llevó el buscado y merecido premio con el que... ¿se habrá cargado otro entrenador?