León y el nuevo caciquismo

Denominamos cacique a una «persona que, valiéndose de su influencia o riqueza, interviene de forma abusiva o arbitraria en la política o la administración de una comunidad». Durante la etapa predemocrática era común la existencia de caciques o del ‘caciqueo’, que era tanto el abuso como el pacto entre caciques para establecer repartos de poder o influencia. Pensábamos que el caciquismo desaparecería con la democracia, pero no ha sido así. Si bien el pequeño cacique –el local o incluso provincial– se ha reducido, apareció un nuevo tipo: el cacique del partido político.

León está experimentando una catarsis social que lleva a una mayoría a favor de la Autonomía de León. Los datos económicos son terribles, los derechos históricos no caducan y la Autonomía de Castilla y León opera estructuralmente de forma perversa. En el PSOE hay quienes defienden que, cambiando las caras, es decir, haciendo un «quítate tú para ponerme yo», las cosas se resolverían. Sin embargo, el oficialismo socialista ni siquiera propone un cambio estructural de la Autonomía. Es un discurso más dirigido a ‘pillar cacho’ que a resolver los graves problemas de la Región Leonesa: la última de España entre las autonomías y regiones por su evolución.

Ni el PSOE, ni el PP, ni Ciudadanos han preguntado a su militancia qué opina sobre un proceso constituyente (el de la 18ª autonomía), que desborda en importancia a cualquier otra cuestión, salvo la del cambio constitucional. Sin embargo, marcan la línea según los intereses particulares de ciertos dirigentes. En otras palabras, nos encontramos ante un nuevo caciquismo, que interviene de forma abusiva y perjudicial en la administración de los ciudadanos.

¿Cuál es el móvil para actuar así? El salario y la posible carrera política, mayoritariamente. Así lo demuestra que numerosos concejales del PSOE, PP y Ciudadanos, sin pretensiones de vivir de la política, se hayan pronunciado a favor de la autonomía leonesa. Son personas en conexión con el resto de ciudadanos, munícipes a los que solo interesa conseguir lo mejor para sus vecinos.

Algunos caciques se han quejado de los ataques recibidos desde las redes sociales y los medios de comunicación, tras imponer a sus compañeros que bloqueasen la aprobación de las mociones por la autonomía. Para este caso, me quedo con una frase que oí al lúcido Óscar García Prieto: «la injusticia solo se restaña con justicia o con violencia». No me gusta la violencia, pero los caciques que actúan injustamente aún en la situación tan grave que atravesamos, que violan la voluntad de los leoneses a sabiendas, merecen la reprobación social sin paliativos.