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El acoso al campo

06/12/2023
 Actualizado a 06/12/2023
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Antes de entrar en materia, una llamada de atención sobre la expresión «detrás de mí» que, por la incultura y la pedantería generalizadas, aparece como «detrás mío».

 Ahora a lo que iba. A los políticos que están acabando con el medio rural se les llena la boca con la despoblación que amenaza a tantos pueblos. Sin servicios públicos sanitarios, sin escuelas, sin bancos y sin un mísero bar para jugar a las cartas o leer un periódico la vida es imposible.

También falta gente que quiera asumir este sacrificio. La carestía del combustible, fertilizantes, maquinaria, impuestos, sanciones y peor aún, la especulación de los precios de sus productos que, en el trayecto de la huerta al mostrador del supermercado, alcanzan unos precios inexplicables. Mientras el campo se hunde, los hipermercados se multiplican y todavía, no sé de ninguno que se haya arruinado, ni de cierres, ni crisis incluso en los malos tiempos de inflación y escaso valor del dinero.

Otra amenaza, los alcaldes y funcionarios que se pliegan a las eléctricas, cediendo terrenos para la instalación de paneles y generadores eólicos. En contrapartida, no puedes coger ni unos sarmientos para la lumbre. Ni arándanos, ni endrinos para hacer licor con orujo. Ni siquiera el benéfico té de la peña, que se tomaba en los pueblos de la Montaña de León. Ante esta situación catastrófica no acierto a pensar qué pretende el lobby ecologista. En los primeros tiempos el hombre era “recolector”: vagaba, siguiendo las estaciones para recolectar fruta u otros alimentos. Miles de años hacia adelante, descubrió la agricultura. Dejó de moverse y se estableció en aldeas. Sedentario y consumidor de sus propios productos.

Algunos ecologistas verían el ‘Parque Jurásico’ y cautivados, quieren llevarnos de vuelta al Cuaternario. Pero, poco han hecho en contra de los generadores que convierten los campos en eriales y descabezan a las aves que pasan por ahí. En particular la SEO bird/life que prácticamente se limita a ojear y anillar la patas de los volátiles.

Cuando abandoné alguna plataforma medio ambiental, fue porque empezaban a tener un tufo a empresas sostenidas fundamentalmente, por los fondos que aporta el Estado y de paso lavan la cara a Naturgy, Endesa, Enel o Iberdrola. Por siglos los labradores se han enfrentado a la sequía, el pedrisco, las heladas y la soledad, pero han salido adelante. En cuanto a estos nuevos adversarios (gobierno, desatención, lobby verde, eléctricas, accionistas…) no están preparados. San Isidro les asista.

De alguien que dice que el gallo viola a las gallinas ¿Qué se puede decir? Pues que gente así, anida en el gobierno.

 

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