No sobran precisamente restaurantes en la Montaña Central de León, donde han cerrado ya unos cuantos en los últimos años, por lo que encontrar uno abierto, con cocina casera, buenos precios y que dé de comer incluso después de las cuatro de la tarde, es motivo de celebración tras una mañana de excursión. Todo ello se cumple en El Zaguán de Colín, un mesón tradicional que sabe a lo mejor del valle del Curueño, pero que podría tener los días contados por falta de relevo generacional.
El Zaguán de Colín es un clásico negocio familiar ubicado en la propia carretera que atraviesa Valdepiélago, a escasos kilómetros de La Vecilla. Tiene terraza, jardín, un amplio aparcamiento y sus dueños viven en el piso de arriba. Es muy conocido en toda la comarca, con clientes habituales de Boñar, por su buen hacer desde el año 2001, cuando la pareja de hosteleros leoneses Ana y Luis abandonaron sus negocios en León para mudarse a la montaña y abrir este restaurante.
«Funcionamos muy bien todo el año, aunque en verano damos cenas también relata Ana, que desvela su intención de jubilarse, junto a su marido, el próximo verano. «Nuestra hija ahora nos está echando una mano, pero ella quiere trabajar en Madrid, no le gusta la montaña. Sería una pena que esto se perdiera y por eso estamos tratando de venderlo... Aunque por ahora no hay manera y mira que despertarse aquí es un lujo...», añade mirando hacia los árboles de la ribera del Curueño.
Con capacidad para medio centenar de comensales, el establecimiento es sencillo y luminoso, tiene chimenea y una decoración acogedora –en estas fechas inundada por calabazas– y ofrece unos platos sin pretensiones, tradicionales y muy sabrosos. «De kilómetro cero», puntualiza una hostelera conocida por su vida anterior en León capital, pues ella y sus padres antes que ella regentaron varios bares en los barrios de Santa Marina y San Mamés.
Menú a 25 euros el fin de semana
Con un menú de 17 euros entre semana y de 25 euros los fines de semana, la carta destaca por una perfecta combinación de sabores, carnes y pescados. Destaca la especialidad de la casa que, «junto a uno de los ríos más trucheros de León», no podía ser otro que la sopa de trucha, que viene a ser una sopa de ajo con trocitos de este sabroso pescado.
No faltan otros platos de la cocina tradicional leonesa, como los garbanzos con callos, las carrilleras de cerdo, las chuletillas de lechazo o morcilla, que acompañan con huevos revueltos. Bacalao, espárragos, croquetas, picadillo, cadera de vaca y hasta un pastel de setas de temporada para chuparse los dedos continúan la carta. Y los postres, caseros, deliciosos y bien generosos.
El Zaguán de Colín abre sus cocinas de jueves a domingo. Aprovechen a probarlo.... o a comprarlo, que rentable es porque cada fin de semana está lleno.
Reservas: 987 74 10 26
