El ojo engaña. Cuando lleguen a la casona que hoy visitamos, que tiene aspecto de sidrería (porque lo era), sepan que la experiencia que van a vivir no es la que imaginan. Tienen sidrina y tapas, claro, pero no es un chigre al uso, no en absoluto. En Castru El Gaiteru, en Celorio (muy cerquita de Llanes, en el maravilloso Oriente asturiano) se está viviendo desde hace dos años toda una transformación. De la mano de Pedro Noriega (cocina) y de Marisa Mijares (sala), visitar esta casa es adentrarse en el mundo de los sabores y el producto de primerísima calidad. Su especialidad, la brasa, pero también la simplicidad de una técnica que aboga por que cada producto sea su propia carta de presentación. Sencillez y exaltación de la materia prima, puro sabor en las carnes y los pescados. Todo un festín con sabor a mar a unos pasos de la coqueta playa de Palombina, impensable para quienes huyen de masificaciones en verano, pero todo un paraíso de la calma y la belleza en estas fechas.Planifiquemos esta excursión: si salen de León, en dos horitas se plantan en el destino. Pero aprovechemos el día: de camino, les sugiero una parada en Villaviciosa para dar un voltio e ir calentando motores. De la mano de Pedro Noriega (cocina) y de Marisa Mijares (sala), visitar esta casa asturiana es adentrarse en el mundo del sabor y el producto de primerísima calidad Ya en Castru El Gaiteru, prepárense para disfrutar de una prestosa comida. Déjense aconsejar o echen un ojillo a la carta, verán qué pronto empiezan a salivar cuando lean... La mejor opción, sugiero, es la del picoteo, para probar más platos, como suele ser habitual en esta Ruta del Placer, pero ustedes verán. Hay que probar las croquetas cremosas de la casa, de jamón, de compango... qué finura. Otro de los ‘sí o sí’ en la comanda es la ensaladilla rusa con cogote de bonito del norte, deliciosa. Los calamares de potera con alioli o las bravas de la casa también encantan. También hay quesos artesanos, y embutidos, y ensaladas y picoteos varios: prueben. No se olviden de la brasa: el jefe la domina y el producto es primoroso, así que elijan a su gusto, y según esté el mercado cantábrico: la sardina, inolvidable, y qué decir del bonito o el pulpo... en su punto, crujiente y puro sabor. Y pasamos a la carne: palabras mayores. Elaboran tartar de vaca gallega en el momento, y tienen cachopo (a su manera), pero no pueden irse de aquí sin degustar la chuleta a la brasa, un bocado tiernísimo de la mejor carnaza donostiarra, con una textura increíble, qué género. Para beber, un albarín blanco asturiano, y de postre, sopa fría de requesón. Mereció la pena la visita, ya estamos pensando en volver...-------------------Restaurante Castru El Gaiteru Celorio de Llanes. Asturias 985-402025
