Simplemente Mauri, 44 años de "pistolero"

Mauricio Peña es el gran clásico del fotoperiodismo leonés y alguien que compartió con él trabajo en la década siente ahora la necesidad de recordar aquellos años y rescatar imágenes de su archivo de este artista

25/03/2024
 Actualizado a 25/03/2024
Mauricio Peña en la ceremonia de Las Cantaderas y subido a la verja de la Catedral mientras trabajaba. | FERNANDO RUBIO
Mauricio Peña en la ceremonia de Las Cantaderas y subido a la verja de la Catedral mientras trabajaba. | FERNANDO RUBIO

La primera vez que me subí a un coche para ir a hacer un reportaje con Mauri esperaba que estuviera al volante Dios y me encontré a un paisano; que me fue regalando lecciones de periodismo desde aquel primer viaje, a Burón, por cierto, y nos multaron. Como si fuera un gobernador civil (entonces existían) le pregunté cómo había acabado en la prensa, por aquello de la respuesta del Gobernador al torero: "degenerando, degenerando", pero me explicó todo lo contrario, me dio una larga cambiada y una lección a amor a lo que hace: "A los 14 años ya repartía periódicos en bicicleta a escondidas de mi padre, nada más que necesitaron un fotógrafo me apunté... hasta aquí". Se dice rápido. Pero ese hasta aquí, uff, menudo camino. Aquel día de Burón ya había hecho la famosa fotografía de Vicente y Paz —el paisano de las madreñas y la vara; y su hermana— enfrentándose al ejército de la Guardia Civil en Riaño y cuando le miraba a él veía la foto; "después hizo mil más y cuando le miro a él las veo. Le recuerdo en mitad de la Marcha Negra y siempre tenía la foto que había pensado que me vendría muy bien... pero mejor".


Solo un pero. Me acostumbré a él y soy incapaz de hacer una foto, ya no digo buena, pasable. Siempre pienso: "Se lo digo a Mauri y ya la hace".


En mi caso podría ser la cercanía, que me pudiera la pasión, pero es que los que entienden son más fanáticos que yo. Fernando Rubio, que dejó en aquellos setenta una estela de buen hacer, sintió ahora "la necesidad" de dedicarle uno de sus lunes a su colega Mauri. "Buceando en mi archivo he encontrado imágenes del año 80; veo que han pasado 44 años, que llevas 44 años de pistolero (seguramente alguno más) y compruebo que el tiempo, que todo lo fija, ha demostrado que el proyecto de reportero que eras en 1980 ha fraguado en la excelencia de periodista gráfico en la que te has convertido en este siglo XXI". 


Vaya por delante que —sin que parezca una edición de aquellos viejos juegos florales— cada vez que Mauri habla de su compañero Fernando Rubio lo hace con tanto respeto como admiración y fue quien más se alegró cuando tuvo noticia que este 'León de Fernando Rubio' iba a ser una realidad cada lunes. 

Una de las fotos más icónicas de la trayectoria de Mauri, en el inicio del conflicto de Riaño, en el invierno de 1986. | MAURICIO PEÑA
Una de las fotos más icónicas de la trayectoria de Mauri, en el inicio del conflicto de Riaño, en el invierno de 1986. | MAURICIO PEÑA


Recuerda Rubio ‘los pies de foto’ de las citadas fotografías de 1980: "Las imágenes, que hoy le dedico a Mauri están tomadas en dos momentos tradicionales en la vida leonesa de aquel 1980, uno en Las Cabezadas —al lado de otro grande de la prensa gráfica leonesa, César Andrés— y la otra, como intrépido fotógrafo, durante el recorrido lírico del mismo año 80 y con Manuel Trapote que le ayuda acercándole el flash".


De la fotografía de Las Cabezadas hace Fernando Rubio un zoom para que veamos a aquel Mauri de los 80, cuya imagen se puede ‘enfrentar’ con esa otra en la que aparecen juntos, cuando se encontraron en León en 2015. "Y advierto, no es la etapa de Mauri con más pelo... ni mucho menos. Hay otras que sorprenderían mucho más, tipo afro, pero... que os lo enseñe él". 


En esas cuatro décadas, cuatro años "y los que anduvo a gatas antes" (como decían los clásicos) Mauri ha dejado un rastro de buen hacer que, por suerte en su caso, se puede seguir a través de sus fotografías. No sé si habrá alguien capaz de elegir una sola, es imposible. Una sería la de Riaño, un símbolo ¿y las otras? Cada uno tendréis en la cabeza algunas y muchos diréis al ver otras: "ostras, qué buena, no sabía que era suya, mira que la he visto veces". Ése es uno de los dramas de nuestros días, acaban en la red y de ahí "a la basura del reconocimiento". Él las ha llegado a ver firmadas por otros.


Pero su gran obra es lo que ha sembrado en los colegas que ha tenido a su lado en tantos años de periodismo. No conozco a nadie con más ganas de compartir, de enseñar... Si Cundi, Marcos, López, Saúl, Chusín y tantos otros hablaran, incluso los de la competencia, los de otros medios... 


Y otro logro, no menor, "obligar", obligar digo, a  base de buenas fotos, a cambiar el diseño de las páginas, el concepto de maqueta, para contar con la foto; obligar a los directores a plantearse muchos días la composición de la primera página ‘colocando’ textos alrededor de la fotografía, suya o de un compañero. 


¿Qué ha llevado a Rubio a sentir la necesidad de recordar a Mauri ahora? Seguramente sabe de sus sudores de procesión en procesión, de sus juramentos ante 10.000 móviles que no le dejan trabajar... se lamenta, pero como le digan que no vaya a una, entonces se queja todavía más: "Si es la de...". 


Ahora anda rezongando que ya "somos mayorines" que cuatro telediarios más y nos jubilamos. Yo sé que miente como un bellaco, pero por si le hace ilusión pues hago como que le creo y digo que yo también empiezo a estar cansado.

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