La reparación de las piscinas climatizadas del Toralín sigue completamente bloqueada. El alcalde de Ponferrada, Marco Morala, no ha cedido ante la 'contraoferta' planteada por el PSOE, que lo animó a comenzar la obra civil cuanto antes con el millón de euros que se comprometió a aportar la Junta de Castilla y León, eso sí, dejando para más adelante el resto de actuaciones presentadas por el popular que tienen que ver con mejoras de eficiencia energética.
Por recordar, el proyecto puesto sobre la mesa por Morala consistía en una inversión total de 2.800.000 euros (2.500.000 para las piscinas Lydia Valentín y 300.000 para las Ángel Pestaña) con el propósito de desarrollar las obras necesarias. Éstas tienen que ver con la mejora de la seguridad de los usuarios, pero el alcalde también incidió en otra cuestión: las actuaciones seguirán la línea de la eficiencia energética y, según sus estimaciones, propiciarán un ahorro que durante los próximos dos años de 2.900.000 euros solo en estas dos instalaciones públicas. De todo el montante necesario, la Junta de Castilla y León aportaría un millón, mientras que el resto sería asumido con el ahorro propiciado por la mejora energética.
Precisamente, en esas actuaciones de eficiencia energética radica el problema, pues Morala defiende que no costarían ni un euro a la ciudadanía y, por el contrario, los socialistas tienen claro que sí, pues se trata de una cantidad que no podría ir destinada a otras cuestiones. Además, a ello se unen las palabras del consejero Suárez-Quiñones en septiembre de 2023, cuando afirmó que la Junta correría con el coste íntegro de la obra fuese cual fuese.
Para salir de este bloqueo, el portavoz socialista, Olegario Ramón, propuso fragmentar el plan de modo que comience de inmediato la obra civil, valorada en 669.951,06 euros, con el millón aportado por la Junta, mientras que las actuaciones restantes, por valor de 1.675.738 euros, quedarían para más adelante. Esta fórmula permitiría reabrir por fin en el corto plazo la piscina, pero Morala la rechazó públicamente este martes.
A pleno... sin acuerdo
Pese a esta falta de acuerdo, el alcalde llevará su proyecto de reforma al pleno del 31 de octubre confiando en que los socialistas "recapaciten": "Cualquier político que haga buena política votaría a favor de este proyecto que, insisto, no va a implicar que salga un solo euro de las cuentas de la tesorería municipal. Vamos a llevarlo a pleno y cada cual que se retrate. Igual hay un grupo municipal que gobernó los cuatro años anteriores que va a cerrar las piscinas dos veces, una con su desidia, abandono absoluto y falta de responsabilidad cuando gobernaba, y dos, si no vota a favor en el pleno. De aquí a ese día hay tiempo para reflexionar, incluso invito a visitar la obra de su desidia durante su desgobierno al Grupo Socialista y quizá, a partir de ahí, la culpa de no cumplir con sus responsabilidades puede empujarles a votar a favor", comentó.