Los motores clásicos suenan en La Bañeza

El rally reunió a 30 coches que visitaron la Valduerna, la Cepeda, El Bierzo y la Valdería

Pedro J. Abajo
19/07/2015
 Actualizado a 12/09/2019
El Mini fabricado en 1973 y conducido por Luis Muñiz fue uno de los vehículos que más llamó ayer la atención de los bañezanos. | ABAJO
El Mini fabricado en 1973 y conducido por Luis Muñiz fue uno de los vehículos que más llamó ayer la atención de los bañezanos. | ABAJO
En la Plaza Mayor de La Bañeza y ante decenas de curiosos y nostálgicos del sonido de los motores de antes, tres Porsche de 1976, 1981 y 1985, un Opel Ascona de 1972, varios BMW de los 70 y 80, un Audi Coupé, numerosos Seat (de 600 –el más antiguo del rally, fabricado en 1969–, a 124, 127, 128 y 131) y dos Peugeot 205 y 405, algún Ford Fiesta y Orion, incluso un Mini, un MG de 1973 y un Triumph con cuatro décadas en las carreteras volvieron a sonar con fuerza este sábado durante la salida de la IX Clásica de La Bañeza, una prueba para vehículos con más de 25 años bajo la modalidad de regularidad histórica que durante cerca de diez horas recorrió la Valduerna, Astorga, la Cepeda, el Bierzo y la Valdería.

Con la organización del Círculo del Motor Leonés y el apoyo de distintas empresas y entidades, este rally recorrió 340 kilómetros (algo más de 200 cronometrados) por la comarca de Valduerna para dirigirse hacia Astorga y a continuación recorrer La Cepeda y parar en Manzanal del Puerto para comer. A las 17:00 horas continuó la marcha con dirección hacia el Bierzo pasando por Bembibre y Molinaseca para regresar a La Bañeza sobre las 21:30 a través del Morredero, Truchas y Castrocontrigo y participar en una cena.

A 50 por hora máximo


Como en ediciones anteriores, los pilotos no podían superar los 50 kilómetros por hora de velocidad media en los tramos cronometrados y para comprobar esos datos la organización colocó una serie de controles secretos, que verificaran todos los datos de los coches participantes que, salvo tres que proceden de Asturias, Salamanca y Madrid, todos los demás son de origen leonés. En las pruebas de este tipo no gana el que más corra sino el que más se aproxima a las indicaciones dadas por la organización, que estableció una parada de dos horas para comer y varios reagrupamientos de la marcha.


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