"La oportunidad de participar en Míster Internacional me cayó del cielo, ¡literalmente!" Así explica el leonés, lacianiego para más señas, Rubén Monteserín cómo un día cambió su vida, su rutina de gran deportista, monitor en el gimnasio Victoria y entrenador personal. Lo que le cayó del cielo era, como ha dicho, participar en el concurso de Míster Internacional, algo que ni se le había pasado por la cabeza nunca.
"El director del certamen me contactó por redes sociales. Durante la conversación, me hizo la propuesta que lo cambió todo: el honor de representar a mi provincia, León, en este prestigioso concurso. Sentí una mezcla de emoción, miedo y mucho orgullo. Ser elegido no es solo una gran responsabilidad, es una oportunidad de oro para mostrar al mundo la riqueza y la belleza de mi tierra". Pues piensa llevar el nombre de León y Laciana allá donde vaya.
Explica que no son palabras huecas, que es algo que lleva dentro. "Desde que tengo uso de razón, he llevado un amor profundo por León y Laciana. La idea de convertirme en su embajador en un escenario tan importante es, sin duda, una experiencia maravillosa. Además, me entusiasma la posibilidad de compartir mi historia personal con un público más amplio, de llegar a muchas personas y, quizás, inspirarlas o ayudarles a luchar siempre por sus sueños". Acude Rubén ilusionado, a representar a su tierra y con la esperanza de que sea "un agente de cambio y esperanza en la vida de quienes me rodean".
Le abre este concurso de Míster Internacional España una puerta que no contaba encontrar pero que le agrada tomar, hacia un mundo que le atrae. "Desde pequeño, siempre soñé con el mundo del modelaje, pero la vida me llevó por otros caminos y prioridades. Ahora, esta oportunidad me llena de ilusión y entusiasmo".
A bote pronto se diría que se trata de un concurso "de belleza", con los tópicos que arrastra, fruto de otros tiempos y otras formas de entenderlo. Es consciente de ello Monteserín. "Creo que persisten ciertos prejuicios sobre los certámenes de belleza, influenciados por percepciones del pasado. Históricamente, se les ha asociado con estereotipos limitantes sobre la belleza y el valor personal, lo que ha generado críticas y una visión negativa en algunos sectores de la sociedad".
Pero ya nada tienen que ver estos concursos actuales con aquellas citas cargadas de anécdotas nada edificantes, en algunos casos. "Es crucial reconocer que los certámenes actuales han evolucionado muchísimo. Muchos promueven ahora valores como la diversidad, la inclusión y el empoderamiento personal. Por ejemplo, en Míster Internacional España, no solo se busca la apariencia física, sino también cualidades como la confianza, la inteligencia y el compromiso con causas sociales. Además, estos certámenes ofrecen una plataforma para que los participantes compartan sus voces y promuevan iniciativas importantes. Por eso, aunque los prejuicios existen, es fundamental ver los aspectos positivos y el impacto que estos concursos pueden tener hoy en día".
Un ejemplo que ilustra bien esta realidad se produjo cuando pactábamos esta entrevista. Rubén debía acudir aquella tarde a dos clases: de dicción y de inglés. ¿Participar va mucho más allá de ser guapo o tener un físico muy trabajado?: "¡Absolutamente! En Míster Internacional España, se busca un verdadero embajador. Esto va mucho más allá del físico; se valora tu capacidad intelectual, emocional y cómo te relacionas con los demás durante la semana del certamen. Representar a España a nivel internacional exige habilidades de comunicación, como hablar inglés y saber contar tu historia de forma efectiva. La clave está en conectar con la gente y transmitir un mensaje positivo".
- ¿Pueden engañar las fotografías en las que solo se ve un físico, lo exterior?
- Detrás de cada foto hay un enorme trabajo: entrenamiento duro, estudio, preparación constante y, por supuesto, cuidado personal. Y todo esto lo compagino sin dejar de lado mi trabajo, que ya me exige muchísimas horas al día.
Repite con frecuencia Monteserín Laciana y León, lleva a su tierra, la natal y la de vivencias, a gala, habla del orgullo de representarlas... "Para mí, Villablino es el lugar de mi infancia, repleto de recuerdos con mis padres, hermanas y amigos. A pesar de los momentos difíciles que viví, como la separación de mis padres y la pérdida de mi madre, siempre he llevado en el corazón los valores de lucha y sacrificio que representan a mi valle, Laciana. La minería es parte de nuestra identidad y un símbolo de resistencia. En mi caso, en lugar de caer en la autocompasión, por mis circunstancias personales, me aferré al deporte; fue mi tabla de salvación y trabajé duramente para salir adelante".
- Desde León, esa ciudad en la que buscaste seguir el camino...
- León es la ciudad que me ha dado tanto. Llegué aquí con 21 años, lleno de sueños, y desde el primer día su gente me acogió con una amabilidad y un respeto que jamás olvidaré. Me siento muy afortunado. Siento un orgullo inmenso por esta ciudad. Es fácil vivir aquí, con su encanto monumental y la calidez inigualable de sus calles y su gente. Si algún día tuviera que marcharme, estoy seguro de que me costaría horrores dejar de pisar sus calles y disfrutar de cada uno de sus rincones.
- ¿Villablino o León?
- Lo siento, me pides un imposible. No puedo poner en una balanza lo que significan Villablino y León para mí, ya que ambos son fundamentales en mi vida. Estoy agradecido por mis orígenes y por la ciudad que me ha acogido. La historia de mi vida está entrelazada con estos lugares, y siempre llevaré su esencia conmigo.
Al margen del físico, que es una evidencia, hay una coincidencia en todos los que trabajan con Rubén, quienes son sus ‘alumnos’, una de ellas —la montañera Ana Isabel Martínez de Paz— aporta su testimonio para reiterar algo repetido: todos hablan maravillas de él ¿Qué les das? "Nada, pero sí te confieso algo, para mí lo más importante son las personas, sin importar su edad, género o forma de ser. Me gusta escucharlas. Cuando alguien acude a mí como entrenador personal, no solo busca mejorar su salud o su forma física; se establece una relación muy personal. A menudo me cuentan sus problemas, sus miedos, y eso me conmueve profundamente. Trabajar con gente que confía en ti para mejorar su vida te obliga a ponerte en su lugar. Mi objetivo es siempre mejorar su situación, y aunque no siempre acierte, mi compromiso va mucho más allá de los ejercicios físicos".
Hay otra palabra que repite con emoción, la familia, especialmente su madre fallecida joven. Un pasaje que le marcó y un comportamiento con ella que Rubén no cuenta pero que quienes le conocen y lo vivieron definen con la misma palabra: ejemplar: "La familia es mi nido, con sus cosas buenas y malas, pero siempre será mi familia. Los vínculos que se establecen son para toda la vida y marcan tu personalidad, tanto en lo positivo como en esos aspectos negativos que hay que trabajar para superar. Por motivos de trabajo, no los veo todo lo que quisiera, pero sé que siempre estarán ahí, y ellos saben que yo estaré para ellos siempre que me necesiten."
Ya está a las puertas de embarcarse en el concurso, será entre el 23 y el 30 de este mes de julio en Tenerife Norte, junto —no frente— a hombres de diferentes provincias de España en los que se valora, por ejemplo, "la participación activa de los concursantes en proyectos de carácter social, buscando generar un impacto positivo en sus comunidades".
Dice la convocatoria que quiere ser "una plataforma excepcional para destacar la belleza, el carisma y las habilidades de los jóvenes talentosos de nuestro país. Este emocionante evento tiene como objetivo no solo coronar al nuevo Mister Internacional España, sino también promover valores fundamentales como la solidaridad, la responsabilidad social y la sostenibilidad".
Para poder votar a Rubén Monteserín, muy importante para clasificarse, hay que seguir la página oficial: @MISTERINTERNACIONALSPAIN en Instagram.