‘El gran reemplazo’ es una teoría que lleva tiempo abriéndose hueco en la ideología de la extrema derecha de Europa. Unas tesis que apuntan a que la población tradicional del Viejo Continente estaría siendo sistemáticamente reemplazada por pueblos no europeos y que, ante esta situación, son necesarias deportaciones masivas de extranjeros para defender algo que podría entenderse como ‘pureza de la raza’. Postulados que han sido defendidos esta misma semana por representantes de Vox, siguiendo la estela de formaciones como Alternativa para Alemania, y que en el caso de la provincia de León abrirían la puerta a la expulsión de más de 30.000 personas nacidas en otros continentes.
Grandes cabeceras de la prensa nacional han tratado en los últimos días este asunto, cuantificando las expulsiones en el conjunto de España en más de ocho millones de inmigrantes y sus hijos en el caso en el que las medidas xenófobas que contemplan desde Vox llegaran algún día a materializarse. Rocío de Meer, portavoz de la formación de extrema derecha, lo calificó como «un proceso complejo»; pero defendió el «derecho a sobrevivir como pueblo» que, a su juicio, estaría viéndose comprometido. Aunque sin citarlo expresamente, los «procesos de remigración masiva» expuestos por la diputada del partido que preside Santiago Abascal tienen como trasfondo ideológico ‘el gran reemplazo’, acuñado hace más de una década por la ultraderecha francesa y asumido por Alternativa para Alemania.
Rocío de Meer, portavoz de Vox, defendió "procesos de remigración masiva" que afectan de lleno a León
Esas más de ocho millones de expulsiones a nivel nacional tendrían en León un eco, según las estadísticas más actualizadas del Instituto Nacional de Estadística (INE), de 30.664 personas a las que se abriría la puerta de la deportación. Son las cifras, a comienzos del pasado año, de residentes en la provincia que nacieron en países que no pertenecen a la Unión Europea y que, por tanto, su presencia en suelo leonés se vería comprometida con ‘el gran reemplazo’.
Un tajo considerable al censo leonés, más si cabe teniendo en cuenta la tendencia demográfica de la provincia. Los tres primeros meses de 2025 dejaron otro descenso de 228 vecinos en el padrón leonés, que bajó hasta los 446.629 habitantes. En todo caso, la crisis poblacional sería más alarmante si no fuese por la inmigración. Diez personas nacidas en otros países llegan cada día a León para amortiguar un descenso que contando solo a los nacionales que residen en suelo leonés habría sido de 1.113 personas en el primer trimestre del ejercicio. Es decir, la sangría sería hasta cinco veces mayor.
No es ni mucho menos la única ventaja para la provincia que trae aparejada la inmigración. La llegada de población extranjera también ayuda a combatir otro de los grandes males de León, el envejecimiento. En este sentido, cabe señalar que la mitad de concesiones de nacionalidad que se gestionan en territorio leonés corresponden a personas menores de 35 años. Es más, solamente 93 de las más de 5.200 personas que se han nacionalizado en los últimos diez años superaban la edad de jubilación.
Aplicar las tesis defendidas a comienzos de semana por De Meer supondría también un serio revés para el medio rural leonés. Como se puede comprobar en numerosos pueblos de la provincia, la población extranjera supone el principal grupo social para el asentamiento de vecinos en los pequeños municipios.
Discurso de odio
La defensa de las deportaciones masivas y de ‘el gran reemplazo’ se suma a la larga lista que evidencia que los postulados de Vox se están volviendo cada vez más radicales. También en territorio leonés se puede advertir este giro en lo que respecta a planteamientos de corte racista. Por ejemplo, la formación de Abascal puso en marcha una campaña de odio contra los migrantes acogidos en el Chalé del Pozo. Estas instalaciones cerraron a finales de mayo en Villarrodrigo de las Regueras, en el municipio de Villaquilambre, sin registrar incidentes graves y facilitando decenas de empleos a sus usuarios.
La extrema derecha francesa acuñó 'el gran reemplazo', asumido también por Alternativa para Alemania
Otra de las muchas aristas de este discurso de odio, el relato de que el Ingreso Mínimo Vital es una ‘paguita’ para inmigrantes, también ha quedado desmentida esta misma semana. Según los datos presentados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, solo un 14 por ciento de los receptores de esta ayuda en León son extranjeros.
Aplicar ‘el gran reemplazo’ en León dejaría a la provincia sin un segmento de población que rejuvenece el censo, asienta vecinos en el medio rural y amortigua la crisis demográfica. Una medida que la ultraderecha europea ha exportado a la española y que, a juzgar por los datos, tendría efectos negativos a nivel social y económico en territorio leonés.