Nuevo tortazo demográfico para León. El primer trimestre de 2025 deja otro descenso de 228 vecinos en el padrón provincial, que baja hasta los 446.629 habitantes, según los datos actualizados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta pérdida de 18 personas a la semana supone que la provincia acelere su pérdida de población del último año, en el que se ha dejado casi 600 personas.
En todo caso, esta crisis demográfica que se agrava sería incluso más alarmante si no es gracias a la inmigración. Diez personas nacidas en otros países llegan cada día a León para amortiguar un descenso en el padrón que contando solo a los nacionales que residen en la provincia habría sido de 1.113 personas. Es decir, la sangría sería cinco veces mayor.
Estas son algunas de las muchas lecturas que, como siempre, deja la actualización de la estadística continua de población del INE, en este caso actualizada al pasado 1 de abril. Otras se abren a unas comparaciones que casi siempre son odiosas; pero que, basándose en algo tan incontestable como los datos estadísticos, son más que reveladoras de una determinada realidad. En este caso, se advierte una Castilla y León bipolar en el plano demográfico.
La conjunción copulativa que une el nombre de la comunidad autónoma se convierte en más marcada si se atiende a la evolución en los padrones de ambas regiones. En el primer trimestre de este año, en solo 90 días, las provincias de Castilla han ganado 2.497 habitantes y las leonesas han perdido 982. Cabe repetir el saldo: las seis provincias castellanas ganan casi 2.500 pobladores, al tiempo que León, Zamora y Salamanca pierden aproximadamente un millar.
En este caso, la comparación dentro de las fronteras autonómicas que pone de manifiesto una comunidad con un censo a dos velocidades no requiere análisis a largo plazo, como los evidencian que en las últimas cuatro décadas Valladolid ha ganado 40.000 y León ha perdido 80.000 habitantes. Es ahora, es en 2025. Valladolid suma en los tres primeros meses del año 1.169 personas y Burgos 927. Un trimestre en el que Salamanca ha perdido 524 vecinos, en Zamora se han dejado 230 y en León, como se apuntó en el primer párrafo, 228.
Las tres provincias leonesas son, así, las que lideran la pérdida de población a nivel autonómico, situándose además entre las diez de toda España en las que más se reduce el censo. A ellas se suma Soria, aunque con un descenso casi testimonial de 12 personas. Las otras cinco demarcaciones de Castilla y León, todas ellas castellanas, crecen en población.
A largo plazo
Atendiendo a una evolución más a largo plazo del censo de la provincia de León se advierte que en la última década ha perdido unos 32.500 habitantes. La barrera, ya muy lejana, del medio millón de personas se perdió en 1999 y la de los 450.000 pobladores a finales de 2021.
Al igual que ha ocurrido en el último trimestre del presente ejercicio, la población extranjera se ha incrementado en territorio leonés a lo largo de la última década. Una tendencia opuesta a la del censo nacional de León y que ha permitido paliar, aunque sea un poco, la grave crisis demográfica que arrastra la provincia.
Una vez más, las actualizaciones demográficas del INE no vuelven a dejar buenas noticias para León: la pérdida de población vuelve a ganar velocidad. Este tortazo es de los que duelen.