Rejuvenecí casi veinte años cuando me vi otra vez de mozo de espadas de quien será muy pronto un grande de la crónica taurina: Diego Pérez Cillero. Recordé los tiempos del maestro Pereletegui, que hizo de los toros una religión en la vieja La Crónica y salíamos el día de corrida para la plaza como una verdadera cuadrilla. El maestro al frente; Cachafeiro escuchando y anotando; Julio Cayón tieso como una vela y un servidor de aguador, para los recados. Hasta Cabañeros quería meter la cuchara, por aquello de ser director general, pero al hablar de repartir el trabajo era una palabra que no entendía.
Primero nos dejó el maestro Pereletegui, Cacha se fue entonces a otros lares y ahora se nos acaba de ir con excesivo dolor, Cayón ya había ascendido a presidente del festejo... y me dejaron con el botijo y el portátil.
¡Cómo disfruto leyendo a Diego! porque os gustarán los toros o no, pero un buen cronista taurino es una lectura impagable, su lenguaje, las metáforas, los ritos... menuda epifanía la suya, que diría él.
Este sábado tenía ganas de encontrar al veterano concejal para que me dijera aquello de «sois el único periódico que encarga las crónicas taurinas a un antitaurino», cosas suyas, para decirle que ya no, pero desistí cuando pasó, iba levitando, que ni miró para los caballos...
Pensé en el memorial de ausencias. El maestro (Pereletegui), su banderillero favorito (Felipe Zapico), nuestro Cacha y también se echaba en falta la voz ronca de Paulino El Chivero de Sahagún... justificada y feliz era la ausencia de otro clásico de los toros, Silvano, el presidente de la Ponferradina, que tenía ayer un Miura, pero en su casa. Vendrá hoy. A ahogar las penas.
No podía faltar, como los Ronchitos de Marquitos, la visita al tendido de los pobres, los días que hay toreo a caballo. Lo que ocurre es que por el camino llegué a dudar, todos hablaban de Morante, a ver si estaba confundido, pero un cartel despejó la incógnita, no toreaba el de La Puebla del Río hasta el día siguiente.
Estaba, como ciempre, el tendido de los pobres. Lleno. Ver a los maestros calentar en la pradera, ver a los caballos al lado del camión, hace que se llene esta bancada, donde mucha gente disfruta sin necesidad de entrar, ni de pagar, y hablan con los ‘ caballeros’, mucho más accesibles. Se repite lo de «solo les falta hablar» cuando ven la impresionante planta de unos caballos a los que llaman por su nombre: «Éste es Oro Negro». Y lo era.
Ya en el interior los que estarán felices son los de la banda de música, abren la tarde interpretando el Himno Nacional y la ovación final es la más cerrada de la tarde con mucho, una explosión. No empecemos, no lo critico, es lo que hay.
En las conversaciones de la grada sigue estando Morante, algunos hablan de un desplante al presidente de la corrida en Toledo... «Que haga lo que le de la gana, es el puto amo», sentencia uno y Alfonso el de Morgovejo ya saca la tortilla. Fiesta.
Lo que pasó después ya os lo contó el nuevo maestro, Diego, voy a disfrutarlo, que también tengo derecho.
Y, este domingo, fiesta y Morante.
Y esta tarde, el de La Puebla con El Fandi y Cayetano para cerrar
La miniferia, que el sábado abrió la corrida de rejones, se cierra este domingo con la cita más esperada por los aficionados, especialmente los del toreo ‘a pie’, con la deseadísima presencia de la gran figura del momento, Morante de la Puebla, que al margen de su gran momento artístico se ha convertido en un icono de la lucha taurina, lo que hace que su presencia sea el gran aliciente en el ruedo pero también agite el ambiente más allá del coso. De hecho, en León ya han anunciado una protesta los antitaurinos, algo que no hicieron en la jornada de ayer. Y es que todo el mundo sabe la onda expansiva de todas las noticias en las que aparece José Antonio Morante Camacho.
No se puede negar que, además, se ha multiplicado el interés por su presencia en León pues viene siendo noticia un día sí y otro también después de rendir a sus pie a la siempre difícil plaza de Madrid. Pero es que en las últimas horas ha vuelto a ser noticia, puramente artística en Granada donde las crónicas coinciden en hablar de «otra faena de genio»; pero también con división de opiniones en Toledo. donde una burla al presidente del festejo —al que hizo ‘la trompeta’— ha sido tomada por unos como «una salida de genio» y por otros como «una falta de respeto». Así es su figura, jamás deja indiferente.
Y con el de La Puebla del Río harán el paseillo en León El Fandi y Cayetano, dos habituales en la plaza leonesa con diferente cartel. Fandi es un clásico del lugar, ha venido con «los deseados»:Ponce, El Pirata Padilla... y Fandi siempre se ha hecho con el corazón de los leoneses, lanzado por sus pares de banderillas, y son numerosas las ocasiones en las que el granadino ha salido por la puerta grande de la plaza del Parque.
Y Cayetano trae en su mochila de todo, como es él, algunas tardes para el recuerdo y también algún petardazo para olvidar.
Las 18.30 es la hora.