No es la primera vez que en estas páginas defendemos que una película que narrase la evolución de la integración de la línea de Feve en su acceso al centro de la ciudad de León bien podría titularse ‘Un tren-tranvía llamado despropósito’.
No es sólo que el diseño naciese después del fracaso de una red municipal que contemplaba hasta seis líneas.
No es sólo que el plan impulsado perdiera la catenaria y los dos ramales al Hospital y al campus de la Universidad de León por obra y gracia de los recortes presupuestarios.
No es sólo que los tribunales anularan la compra de unos trenes-tranvía que se han podrido en los almacenes de la empresa Stadler en Valencia.
No es sólo que nos dijeran que hacía falta una normativa para regular la circulación de este tipo de convoyes por la Red Ferroviaria de Interés General.
No es sólo que nos anunciaran durante cuatro años que ya se habían comprado otros trenes-tranvía y que nos enterásemos de la farsa sólo porque no entraban por los túneles y eso sirvió para destapar que en realidad sólo estaban destinados a Asturias y Cantabria.
No es sólo todo lo anterior, sino que ahora nos dicen que no hay material rodante en todo el mundo que pueda circular por la línea convencional a gasóleo y por el tramo tranviario con electricidad, como si no hubiera ejemplos en media España y parte del extranjero para poner en servicio una plataforma que, si nada lo remedia, servirá para que circule un autobús eléctrico.
Adif ha encargado a Ineco –empresa pública de ingeniería y consultoría adscrita al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible– el proyecto para remodelar la plataforma tranviaria y permitir la circulación de autobuses eléctricos. Y este periódico ha podido confirmar que varios ingenieros se han acercado ya a conocer el estado de la plataforma con el fin de diseñar una actuación a la que Adif da máxima prioridad y que será bastante sencilla salvo en la solución que se adopte finalmente para cubrir los raíles tranviarios de manera que se puedan volver a utilizar en caso de que algún día haya voluntad política a la hora de culminar la integración de Feve mediante el tren-tranvía.
Adif explica que, para permitir la circulación de los autobuses eléctricos, es necesario incrementar su resistencia para admitir mayores cargas. Y ello se debe a que el espacio entre los dos raíles se asienta directamente sobre la losa de hormigón para que pudiera soportar el peso de los trenes-tranvía, pero los adoquines del resto de la plataforma tienen en medio una capa de arena que favorecería los hundimientos.
Sin embargo, Adif insiste en que esta actuación será «reversible, puesto que se llevará a cabo sin necesidad de levantar unos raíles que quedarían «protegidos» por el nuevo firme. Sin embargo, se podrían reforzar los laterales de la plataforma sin cubrir los raíles, puesto que son embebidos y están diseñados para que cualquier vehículo pase por encima sin dañarlos.
En todo caso, el plan actual de Adif pasa por implantar un autobús eléctrico que podría conectar también con la estación del AVE, pero sin paradas intermedias y siempre que llegue a un acuerdo con el Ayuntamiento de León para habilitar una salida de la plataforma a la avenida de Padre Isla.
Mientras, la Plataforma en Defensa de Feve sigue preparando su próxima gran manifestación, que partirá del apeadero de La Asunción el domingo 18 de enero a las 12:30 horas y servirá para protestar contra la decisión de gastar más dinero en enterrar las vías construidas hasta la estación de Padre Isla con 15,4 millones de euros de inversión. El objetivo es conformar una cadena humana que una ambos puntos antes de emprender una marcha hasta la sede del Ayuntamiento de León en la plaza de San Marcelo, donde se leerá un manifiesto. «Reservad vuestras agendas, porque todos los leoneses somos responsables de detener esta vergüenza y humillación», señala la plataforma.
De forma paralela, el comité técnico prevé presentar también en enero un informe con alternativas que funcionan en otro lugares y que pretenden trasladar al Gobierno y a la Junta.
