Un sueño con papel

Ana convirtió su hobby en trabajo a raíz de un regalo que hizo a su suegra y ahora sus cuadros de figuras de origami triunfan en las redes sociales, las que son el mejor escaparate de un arte con muchos dobleces que partió de su habilidad y del autodidactismo

T.G.
08/09/2018
 Actualizado a 19/09/2019
Ana Fernández es quien está tras la marca ‘Con papel’, la que vende a través de sus redes sociales y la que se ha convertido en su profesión. | SAÚL ARÉN
Ana Fernández es quien está tras la marca ‘Con papel’, la que vende a través de sus redes sociales y la que se ha convertido en su profesión. | SAÚL ARÉN
Cuentan en Japón que aquel que sea capaz de hacer mil grullas de papel verá cumplido un deseo. Por eso, en situaciones de enfermedad, hay quien se afana en conseguirlo aferrándose a esta leyenda y con el firme objetivo de que todo mejore. Más cerca, en León, Ana Fernández, se afana en doblar papel dándole tantas formas como su creatividad le permite, y ya son muchas. Poco a poco, con ello ha logrado el deseo de poder vivir de aquello que le apasiona: el origami.
Su afición por dar forma con dobleces a un pedazo de papel se remonta a su infancia, cuando ella misma hacía la ropa para sus muñecas cuando el resto de niños utilizaba este material para garabatear y recortar. Ella no se conformaba con eso y le daba distintas formas y fue entonces cuando en una Feria del Libro de León, en la plaza de San Marcelo, sus padres le compraron un libro que la guió en sus primeros pasos con este arte que hoy muestra a través de las redes sociales y bajo la marca ‘Con papel’.

Ana estudió Ingeniería Agrícola y se preparó durante años para unas oposiciones que finalmente nunca llegaron. Se casó, tuvo dos hijos y cada rato libre que tenía encontraba en el papel la evasión del día a día y una actividad que era para ella la principal vía de escape. «Me relaja muchísimo», reconoce. «Y todo surgió sin querer», dice sin dejar de sonreír ni un momento dejando en evidencia esa pasión que guía cada doblez que hace con el papel. Hizo un regalo a su suegra por el día de la madre, un ramo de rosas fruto de miles de dobleces. Compartió su creación en sus redes sociales personales y comenzaron a surgir encargos para su entorno más cercano. Y ella, que es inquieta por naturaleza, siguió explorando el origami y creando originales regalos que además ahora complementa con el ‘lettering’. De un ramo de flores fue dando paso a los cuadros con mensajes y de ahí pasó a hacer también decoración de espacios. Las 400 grullas que penden del techo de la zona de bar del Tribeca son un ejemplo de ello como lo fue la decoración de un evento de Malas Madres y la revista Yo Dona. Dos experiencias «maravillosas» para ella y cruciales para continuar el crecimiento de su marca que cuenta ya con más de 15.000 seguidores en Instagram (@conpapel). Pero además de sus creaciones, Ana comparte su buen hacer con el origami con otras personas y ya ha impartido un decena de talleres en diferentes puntos de España. Ahora es autónoma y piensa en seguir creciendo con su marca y tiene la vista puesta en abrir una tienda online en el futuro. «Hasta ahora he ido creciendo de una manera muy natural», explica satisfecha con todo lo que está consiguiendo y que ya es mucho. Calcula que por sus manos habrán pasado los papeles de casi un millar de cuadros y no sale de casa sin sus trocitos de papel para aprovechar cualquier momento libre y volver a casa con ellos convertidos en estrellas, mariposas, flores...
Ser autónoma permite a Ana conciliar su vida familiar y laboral. «Esto no es tarea fácil y el hecho de no tener un horario marcado me permite poder compatibilizar ambas tareas, aunque ser autónomo me suponga trabajar mucho y dormir poco», cuenta. Pero no solo es trabajar, también ha tenido que aprender para resolver bien su autopromoción en las redes sociales con un curso de fotografía, con encuentros de origami a nivel nacional para fomentar su imaginación y adquirir nuevos conocimientos.

Y así creciendo, figura a figura, doblez a doblez, Ana ha ido dando forma a un proyecto personal que en Japón cumple deseos. De ser verdad la leyenda de las mil grullas y con tanto trabajo a sus espaldas, ‘Con papel’ todavía tiene por delante muchos deseos que cumplir.
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