A la altura de Valdelafuente, por la vieja carretera de Madrid, se podía ver durante muchos años un cartel que decía ‘Carnicería J. Padierna’. Cuarenta años regentó la familia aquel negocio y ahora el cartel, que ya era otra parte más del paisaje local, ha pasado a convertirse en decoración del restaurante que acaba de abrir el hijo de aquel carnicero.
Se llama Karn&Co, abrió la pasada semana en el número 18 de la calle Cantareros y es un local verdaderamente original: apuesta por la carne de calidad (de Cárnicas Riaño) a la parrila y en sus instalaciones incluye nada más y nada menos que una peluquería. Lo explica su propietario, Jesús Padierna, al que todo el mundo conoce como Gurina: «Iba mucho a la peluquería de mi amigo Rodrigo, en la calle Barahona, donde no daba cita pero sí cerveza o café a los que esperaban, y allí se generaba un gran ambiente que me dio la idea de montar esto».

Conoció después otros bares o restaurantes que contaban con una peluquería en su interior y se lanzó a la aventura. Dos años de obra han dado como resultado un local espectacular en el que se combinan tradición y diseño y en el que hay espacio también para el recuerdo, como es el retrato de sus padres. Allí se ha trasladado la citada peluquería, conectada con el restaurante pero con acceso y horarios diferentes.
Respecto a la carta, la carne es la indudable protagonista y hay muchos guiños locales, desde la torrija de la Sobarriba (el propietario es de Valdefresno) al chuletón de buey pardo de Riaño, pasando por las croquetas de Marquitos (nombre del cocinero) o la costilla de gocho. «En León tenemos un producto de mucha calidad y esa es nuestra apuesta, creo que no hace falta complicarse demasiado la vida teniendo eso», afirma Gurina.
(Reservas en el 987 62 84 68)