Unas zapatillas, un cuchillo, un frutero y un bolso con 10.000 euros: Claves del crimen de Nochebuena en León

Una docena de policías declaran en el juicio contra el presunto matricida del barrio de San Esteban y revelan huellas compatibles con el acusado y que "el cuerpo tenía la cabeza metida en un cuenco de cristal"

22/10/2025
 Actualizado a 22/10/2025
Alan Rubén T.S., el joven acusado de asesinar a su madre en la Nochebuena de 2022 a su llegada al juicio el martes. | CAMPILLO (ICAL)
Alan Rubén T.S., el joven acusado de asesinar a su madre en la Nochebuena de 2022 a su llegada al juicio el martes. | CAMPILLO (ICAL)

Varias pruebas salieron a la luz este miércoles en la segunda jornada de juicio por el presunto matricidio en el barrio de San Esteban de León en la Nochebuena de 2022. Una sesión que comenzó en la Audiencia Provincial de León con el interrogatorio de la vecina que escuchó el crimen desde el piso inferior y que continuó con un desfile de testigos de hasta una docena de policías, entre locales, nacionales y peritos de la Policía Científica.

Así, los policías revelaron detalles muy interesantes sobre el presunto asesinato de Salomé a manos de su hijo de 20 años, tales como la aparición en la escena del crimen, la cocina, del "filo de un cuchillo cubierto de sangre", numerosos cristales y huellas dactilares del acusado. Asimismo, expusieron pruebas incriminatorias como que la huella de pisada que quedó marcada en la escena del crimen coincide "plenamente" con la de unas zapatillas del acusado.

"Encontramos el cadáver tumbado boca abajo junto a la puerta de la terraza de la cocina, rodeado de un gran charco de sangre y con la cabeza metida en un cuenco de cristal, tipo ensaladera o frutero", relató uno de los policías locales que acudieron en primer lugar a la escena del crimen, en la mañana del 26 de diciembre de 2022, tras abrir la puerta con una radiografía. Los agentes relataron que acudieron al lugar de los hechos después de que un hombre llamara a emergencias porque había quedado para comer con Salomé y no sabía nada de ella desde el día 24. 

En la inspección que se realizó del domicilio, los policías relataron que encontraron "un bolso con objetos personales, tarjetas y 10.000 euros en metálico", perteneciente a la mujer fallecida. También confirmaron que el edificio estaba en reformas y que había mucho polvo blanco en la cocina, "en pleno proceso de reforma". Ese polvo dejó marcada la pisada del presunto asesino, "con marcas de sangre y en dirección de salida de la cocina". Posteriormente, la Policía Científica comprobó que esta huella coincide "plenamente" con unas zapatillas del acusado, a quien se registró posteriormente. 

"No se sorprendió de la muerte de su madre"

Respecto a la detención el día 26 de diciembre, a las 23:30 horas, del único sospechoso, Alan Rubén T.S., los policías que la practicaron relataron al tribunal que les abrió la puerta "en calzoncillos y totalmente tranquilo" y que no opuso resistencia alguna. Además, se mostró "tranquilo" y "no se sorprendió de la muerte de su madre". Al parecer, tan solo dijo "no puede ser", según uno de los policías, y "no volvió a mencionar el asunto de su madre fallecida a los 58 años de forma violenta. Ya en comisaría, su actitud "fría y tranquila" continuó, se acogió a su derecho a no declarar y solo dijo que quería un abogado. 

Los policías confirmaron que había "manchas de sangre" en las paredes de la escalera "como si alguien hubiese bajado corriendo y se hubiese apoyado en la pared". Respecto a la inspección del domicilio del sospechoso, los agentes refirieron que, al registrar el móvil de Alan Rubén, comprobaron que "todos los mensajes y llamadas de ese día habían sido borrados" y que no encontraron drogas en la vivienda. 

"De niño quemó con lejía las plantas de su madre"

Todo ello después de que, en la jornada anterior del juicio, una amiga de la mujer fallecida relatara que Alan Rubén tenía "problemas mentales desde niño". "Rompió con tijeras varios edredones, quemó con lejía las plantas de su madre... Esas cosas en un niño no son normales. Yo le decía a Salomé que no abriera nunca la puerta a su hijo cuando estaba sola", explicó entre sollozos una mujer que recordó cómo en una ocasión la fallecida le mostró marcas de puñetazos en las costillas. Yo le decía que denunciara".

"Cuando consumía y no se medicaba era un adulto muy peligroso y un gran manipulador", añadió la amiga de la madre del acusado que también recomendó a Salomé que "escondía en una de sus batas un spray de pimienta". En esa línea, la hermana de la fallecida que se personó como acusación particular indicó que Salomé "guardaba los cuchillos de la casa" cuando iba a ir Alan Rubén. 

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