El acusado de asesinar a su madre en Nochebuena en León asegura que sufrió "un brote psicótico”

Alan Rubén T.S., para el que la Fiscalía pide 24 años de prisión, afirma que no recuerda "haber hecho daño" a Salomé, a quien "unas voces" le dijeron que era un "clon" / Presentaba 31 cortes en el cuerpo, una de ellas de 13 centímetros junto a la yugular

21/10/2025
 Actualizado a 22/10/2025
https://youtu.be/LLoMtQUQswo

Arranca el juicio contra Alan Rubén T.S., el joven acusado de asesinar a su madre en la Nochebuena de 2022 en el barrio de San Esteban de León. La Audiencia Provincial acogió este martes la primera sesión del juicio, en el que se leyó el informe del forense, que recoge hasta "31 cortes con un objeto punzante tipo jarrón o botella de vidrio o cristal" en el cuerpo de la fallecida, María Salomé T., una de ellas, en el cuello cerca de la yugular y de 13 centímetros, lo que provocó una hemorragia y la muerte de la mujer.

Según relató la Fiscalía en su escrito de conclusiones, el acusado no convivía con su madre y accedió al edificio en el que ella vivía, en la calle Pedro de Dios, sobre las nueve de la noche del 24 de diciembre de 2022,. En el portal le abrió una vecina, pero la madre no abrió la puerta en la segunda planta en la que residía ella sola. Al segundo intento, sí que le abrió. Tras una fuerte discusión y la presunta agresión, la mujer falleció entre las 23:00 horas del 24 de diciembre y la 1:00 de la madrugada del día de Navidad. No fue encontrado su cadáver, sin embargo, hasta el día 26 de diciembre.

En el juicio, antes de los testigos, declaró el propio acusado de asesinato, que respondió únicamente a las preguntas de su abogada. En su declaración, defendió todo el tiempo que no recuerda "haber hecho ningún daño" a su madre aquella noche, víspera de la Navidad, en la que acudió a su casa, obligado por unas supuestas voces. También relató que creía que su madre era un "clon" y no su auténtica madre. "Yo no tenía capacidad de discernir, vivía inmerso en una paranoia constante, porque las voces me decían que mis amigos, mi madre y mi familia no eran ellos, sino que estaban secuestrados y ellos eran una especie de clones o sustitutos”, comentó.

"Yo no recuerdo nada, solo que discutimos porque ella quería ingresarme en un psiquiátrico (...) y yo recuerdo que cogía un mechero y me iba", explicó el acusado, que también describió que eso fue "lo único que vislumbré, porque cuando sufro un brote piscótico me transporto a otra realidad y mi recuerdo es un recuerdo paralelo a la realidad".

Problemas mentales

Todas las partes coincidieron en que el joven, que tenía 20 años cuando presuntamente asesinó a su madre, de 58 años, sufre de brotes psicóticos originados por el consumo de sustancias "desde los 14 años", cómo él mismo reconoció. Además, está tomando medicación contra posibles brotes psicóticos desde que está en prisión.

En ese sentido, la abogada defensora recordó que tiene un 49% de discapacidad mental, mientras que la Fiscalía trata de probar en este juicio que el joven no sufre ninguna enfermedad mental grave diagnosticada, únicamente TDAH desde la infancia, y que los brotes psicóticos son fruto del consumo de sustancias "en un contexto concreto y lúdico".

En prisión preventiva desde que fue detenido dos días después de lo ocurrido, el acusado se enfrenta a 24 años y medio de cárcel que solicita la Fiscalía por asesinato con agravante de parentesco y amenazas en el ámbito familiar, 27 y medio en el caso de la pena solicitada por la acusación particular. La defensa clama por su absolución.

Fiestas, discusiones y drogas

El acusado, que en ningún momento de su declaración negó los hechos que se le imputan, centró su discurso, guiado por su abogada, hacia la mala relación que tenía con su madre y sus problemas mentales. Detrás de ambas cuestiones, el consumo de drogas. "Yo montaba muchas fiestas en casa, pero ella un día dijo que hasta aquí, así que me fui de cada para seguir montando mis fiestas", declaró un joven que a los 18 años se fue a vivir en el mismo barrio, pero en la casa de su tía abuela. 

Respecto a su relación, calificó a su madre como una persona con "carácter" y relató que "igual no nos veíamos en un mes como que estábamos todo el día juntos" y que "en ocasiones discutíamos y gritábamos", si bien afirmó que no recuerda haberla amenazado. Además, aseguró que su madre le agredió cuando era niño "con e lpalo de una escoba, con los puños..." y que incluso le llevó con ella "a trabajar y a robar ladrillos", pues ella era alicatadora y albañil de profesión. 

Así, se presentó como un joven "con muy pocos amigos", que buscó en las drogas "llenar un vacío". Como no lo encontró del todo, llegó incluso a autolesionarse. Los problemas de conducta le llevaron al centro de menores y, tras varias huidas, a un piso tutelado, de donde también se escapó. "Fui a casa de mi madre y ella me dijo que le había dado un infarto y que quería tenerme cerca", señaló. 

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