La Aemet venía avisando desde hace semanas, pero ayer la confirmación se hizo oficial. El parte es desolador, pues la lluvia llegará previsiblemente hoy a León para quedarse todos los días que restan de la Semana Santa. Sin embargo, la esperanza cofrade nunca se pierde y a la hora de salida de las procesiones todo estará preparado con la confianza puesta en que las nubes den tregua por unas horas.
En este Martes Santo y pendientes de lo que pueda ocurrir con el cortejo procesional, cabe destacar la celebración del acto con mayor trascendencia social de los diez días de Pasión y que este año ha sido distinguido con el título de Personaje Singular de Semana Santa. El Perdón de un reo, de la cofradía homónima con sede en San Francisco de la Vega, tendrá lugar esta tarde ante el Locus Apellationes de la Catedral de León.
La reclusa a la cual se concederá la libertad –con el permiso del Gobierno de España– responde a las iniciales O.M.R. y cumplía hasta ahora una condena por un delito contra la salud pública en la prisión de Villahierro.
El acto, que contará con presencia de las más destacadas autoridades civiles, militares y eclesiásticas, tendrá lugar a las ocho y media de la tarde en la plaza de la Catedral, cuando llegue una procesión que saldrá un año más del Asilo de Ancianos Desamparados a las siete menos cuarto.
Encabezará la procesión el paso de la Condena, obra de Manuel López Becker del año 2005. Le seguirá el titular de la cofradía ferroviaria, el Cristo del Perdón –Ángel Estrada, 1966– que representa una de las tres caídas de Cristo y, a continuación, el Cristo de la Esperanza –anónimo, 1960– portado en parihuela por una veintena de jóvenes hermanos. Cerrará el cortejo de esta cofradía del barrio de La Vega la Madre de la Paz, una talla de Amado Fernández de 1984.
Como momentos más destacados del Perdón, además del acto en la Catedral con la actuación del Orfeón Leonés, cabe recordar la intervención del coro Andadura en San Martín y la recogida de la procesión, con encuentro entre la Madre de la Paz y el Cristo del Perdón frente a la iglesia de San Francisco de la Vega.
Procesión Dolor de Nuestra Madre
Desde la capilla de Santa Nonia, en San Francisco, saldrá a la calle a las ocho de la tarde la procesión del Dolor de Nuestra Madre, organizada por la Cofradía de Angustias y Soledad, en una procesión dedicada a las imágenes marianas. La Virgen de las Lágrimas, pujada por un centenar de braceras, será el primero de los tres pasos. Destaca en ella su rostro dramático y su trono a doble altura, que realza la talla de 1953, obra de Manuel Gutiérrez.
Las titulares de la cofradía más antigua de León, completan el cortejo. La Virgen de Angustias –escuela de Juan de Juni, siglo XVI– y la Soledad –obra anónima del siglo XIX– que, como cada Martes Santo, saldrá sin palio. Los momentos principales de esta procesión son la recogida y la salida.
Via crucis del Silencio
Si algo está claro este Martes Santo es que, tanto llueve como si no, la iglesia de San Francisco de Asís (Capuchinos) será testigo del sobrecogedor rito del via crucis leonés cantado que organiza la Cofradía de la Expiración y del Silencio. Presidirán la escena las dos imágenes de la cofradía, el Cristo de la Expiración y el Medinaceli, que procesionarán mañana, mientras 14 de los hermanos de blanco y morado portarán cada uno la cruz correspondiente a cada ejercicio del rezo del via crucis. Destaca este acto por el recogimiento de los hermanos.