El cardenal estadounidense Robert Prevost, que aparece en las quinielas de los expertos “vaticanistas” como uno de los más papables en este cónclave, tiene un estrecho lazo con la ciudad de León. El religioso pertenece a la orden de San Agustín y en las últimas horas su nombre ha cobrado fuerza entre los que siguen la actualidad del Vaticano como uno de los más que posibles candidatos a ser el nuevo papa.
Precisamente su condición de agustino le conecta León. La Asociación de Antiguos Alumnos de los Agustinos de León le condecoró en 2002 haciéndole Asociado de Honor con la imposición de su insignia con motivo del centenario del actual colegio, que en el año 1902 pasó de estar en la actual Gran Vía de San Marcos a ocupar un amplio terreno en Trobajo del Camino. Prevost, que hoy está en el foco de todas las miradas, era por entonces el Prior General de la orden de San Agustín y había acudido para estar presente en los actos celebrados por el colegio.
Nacido en 1955 en Chicago, pero también con nacionalidad peruana y ascendencia española y licenciado en Ciencias Matemáticas y doctorado ‘Magna cum laude’ en Derecho Canónico, ofició esa vez una misa junto a los frailes de los Agustinos de León en la que ya lucía la insignia de la asociación y, al finalizarla, participó en un vino español en las propias instalaciones de la institución educativa. De ahí, el ahora candidato a papa se fue a comer al Hotel San Marcos acompañado del resto de agustinianos.

Nacho Campillo, actual vicepresidente de la asociación y secretario de la misma de aquellas, compartió mesa con Prevost aquel día. “Recuerdo que tuvimos una conversación agradable, habla perfectamente español y conoce muy bien la realidad de Latinoamérica y de España”, explica. “En la comida fue como un cura más, totalmente relajada, sin ningún protocolo y era una persona totalmente accesible”, recuerda Campillo, que incide en que el ahora cardenal “es concretamente muy conocedor del colegio de León”. Y es que dado su nombramiento como Asociado de Honor de la referida asociación agustiniana de antiguos alumnos, le envían anualmente una revista, que en 2023 fue la de sus 100 años y les contestó con una carta “muy cariñosa” en la que reconocía estar “al tanto” porque “leía el boletín anual”.
Prevost, "muy en la línea de Francisco"
El hecho de que esté entre los principales favoritos no es casualidad. “Conoce Roma muy bien y como ha sido General de la orden ha viajado mucho”, comenta a este periódico un cura agustiniano leonés que ha coincidido “varias veces en Roma” con Prevost. “Además, curiosamente le contacté hace unos meses por una cuestión y me contestó muy amable. Es una persona muy cercana, aunque no tiene el carisma de Francisco, pero eso es algo que no tiene nadie”, añade el leonés, que ve en el estadounidense un cardenal “muy en la línea” de Francisco “porque ha estado en zonas muy pobres de Perú dedicando mucho tiempo a esa gente”, aunque “un poco más conservador” que él.
Francisco siempre supo de su potencial y su capacidad eclesiástica, de ahí que le nombrase directamente en 2023 Prefecto del Dicasterio para los Obispos (básicamente el encargado de nombrar a los obispos a nivel mundial) antes de ser, incluso, cardenal. Entre eso, su conocimiento de la realidad global por su pasado como General agustiniano y su carácter eminentemente misionero (ha estado casi dos décadas con cargos relevantes en el país de los Andes), se postula como uno de los principales candidatos para ocupar el cargo y adoptar una línea más o menos continuista del camino marcado por el papa argentino.