La carta que el papa León XIV envió a los Agustinos de León: "El colegio tiene un talante humano profundo"

El actual papa visitó la institución en 2002 y se le nombró Asociado de Honor de la Asociación de Antiguos Alumnos de los Agustinos

08/05/2025
 Actualizado a 08/05/2025
La carta que el Papa León XIV envió a los Agustinos de León. | L.N.C.
La carta que el Papa León XIV envió a los Agustinos de León. | L.N.C.

La visita del nuevo Papa León XIV a los Agustinos de León en 2002 por el centenario del colegio estuvo llena de actos: una misa, un vino español y la imposición al entonces cardenal Prevost de la insignia de la asociación de antiguos alumnos del colegio.

Sin embargo, eso no se quedó allí y como ya adelantó este periódico, el cardenal envió con carácter posterior una carta a los “hermanos y amigos, padres, profesores y alumnos del Colegio Nuestra Madre del Buen Consejo de León”. Así empezaba la misiva del actual papa, que comenzaba recordando que en el mes de abril de 2002 tuvo “la oportunidad de estar presente en una de las celebraciones organizadas para conmemorar los 100 años de vida y de servicio” de la institución educativa.

Ahora tengo el gusto de poder enviar estos saludos”, proseguía el entonces cardenal, “una ocasión que me lleva a reflexionar con vosotros sobre algunos aspectos importantes de nuestra historia y nuestra vida”. Durante los años que corren desde el 2001 hasta 2013 fue Prior General de la orden de San Agustín, tiempo en el que estrechó un especial vínculo con el colegio de León y, más especialmente, con su asociación de antiguos alumnos.

“Nuestro colegio de León tiene un talante humano profundo, basado sobre la convivencia, el respeto y la amistad”, indicaba la carta. “Seguro que han contribuido mucho al espíritu agustiniano de fraternidad que veis entre los agustinos que trabajan en el colegio”, expresaba el estadounidense.

Así, aprovechaba para “agradecer” y “felicitar” la “entrega y generosidad de los padres y hermanos agustinos que han realizado su misión en este colegio”, sin olvidarse de “los padres de los alumnos que han confiado en nuestro talante educativo” ni de los profesores ni alumnos, a quien pedía que “cultivéis los valores de la amistad y las relaciones humanas”.

En este sentido, León XVI finalizaba la carta con un caluroso “muchas felicidades” y firmándola como “Fr. Robert F. Prevost, OSA, Prior General”. Así agradecía la visita y felicitaba a la institución agustiniana su forma de educar y transmitir los valores en una etapa crucial de la vida educativa.

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