Alfredo Fuertes 3

Semana Santa leonesa

03/04/2023
 Actualizado a 03/04/2023
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Para conocer mejor la Semana Santa leonesa, años 60 y 70, acudimos a una fuente fiable, a don Andrés Martínez Trapiello, que nos revela cómo se celebraba en la capital: «Hasta mediados de los setenta, cerraban las discotecas, bares y cines, y algunos comercios apagaban las luces. Eran procesiones austeras, y estaban muy lejos aún de los aplausos y el bailar de los pasos, en una celebración tradicional desemejante y más sobria que la andaluza. Si bien hay que poner de manifiesto que, calculo, habría un 80 % de religiosidad y un 20 % de folclore. Hoy no, hoy ya es al revés».

En Abelgas era una celebración austera, aunque no faltaban los cánticos ad hoc de un coro de voces blancas, sin llegar a ser un góspel, liderados por Pilarina, Mariángela, Escelita, y Casildina, que emulaban a una melodía cuasi celestial, entre olor a velas e incienso con regusto a festividad religiosa: «Martes Santo se juntaron en la casa de Caifás la gente vil y malvada y a Jesús, sin más ni más, darle la muerte intentaban».

Además, durante la Semana Santa las campanas no doblaban, ni las radios emitían música, ni canciones, no, ¡por favor!, tan solo sonaba la sacra, y no había más ruido que el silencio de las tinieblas interrumpido por unos artilugios llamados carracas.

En las procesiones, algunas en madreñas, y una, al menos, segregada por sexos, como en la iglesia, era perentorio que las mujeres llevasen velo y medias, la uniformidad compelida de aquellos tiempos.

Años más tarde algún clérigo engreído, histriónico y con tics despóticos modificó su estatus y, sin despeinarse, colgó la sotana y cambió el celibato por el sagrado vínculo del matrimonio… ¿Sería con la insana intención de vivir un tiempo nuevo?

Ya lo dijo San Agustín: «No hubo tiempo alguno en que no hubiese tiempo».

¡Es genial! escuchar «La Pasión, según San Mateo», de Johann Sebastián Bach. Salud.
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