Secundino Llorente

La selectividad actual se mantendrá sólo un curso más

21/09/2023
 Actualizado a 21/09/2023
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Esta era la noticia de prensa el primer día de septiembre. En realidad, para el mundo de la educación español, esto no era ninguna novedad porque ya se sabía desde el mes de julio. Hagamos un poco de historia: En abril el Ministerio de Educación ya había decidido y aprobado la fórmula que se aplicaría en la selectividad de junio de 2024. No lo creíamos porque nosotros pensábamos que esa selectividad estaba en modo ‘stand-by’, es decir, a la expectativa de un acontecimiento importante, las elecciones generales. Acertamos. Tampoco es para presumir porque era algo ‘de cajón’. Teníamos muy claro que la futura selectividad estaba paralizada a la espera del nuevo Gobierno. Ante la convocatoria adelantada de las elecciones generales el 23 de julio, el Ministerio de Educación ya decidió en aquel momento paralizar momentáneamente la nueva Ebau, que debía comenzar en junio de 2024. El Ejecutivo dejaba en manos del próximo Gobierno, «sea del PSOE o del PP», su aplicación. En julio ya se sabía en toda España que «en junio de 2024 seguirá en vigor el mismo formato de selectividad que venimos teniendo hasta ahora y que la nueva selectividad pasaría a comenzar en junio de 2025». La decisión ahora ya es definitiva. El Ministerio de Educación ha realizado consultas jurídicas a distintos organismos del Estado y la respuesta que le han trasladado es que no puede publicar el decreto de Selectividad ya que excede las competencias de un gobierno en funciones, por lo que se prorrogará un año el actual modelo de Evau. Esto es lo único que parece que queda claro ahora. Los alumnos que hoy empiezan segundo de Bachillerato se examinarán a final de curso de una prueba similar a la de este año en junio. Había una serie de cambios que ya estaban aprobados y que «tendrán que esperar» como: Que la duración del examen pasaría de 90 a 105 minutos, que los ejercicios de la prueba tendrían un diseño competencial que permitiría comprobar el grado de consecución de las competencias específicas en las materias y, también, que entraría en vigor la prueba de madurez, que ya venía muy descafeinada. Otras modificaciones imprescindibles sí deberán ser introducidas en la orden que cada año regula la Evau: En cuanto al contenido, los alumnos podrán elegir entre Historia de España o Historia de la Filosofía, como ocurría hace una década. Y en cuanto a la revisión de notas, cada alumno podrá, sobre la calificación de la primera corrección, presentar la solicitud de una segunda corrección. La calificación final del ejercicio será la media aritmética de las calificaciones obtenidas en los dos correcciones, pero en caso de que haya una diferencia mayor de dos puntos entre ellas, un tribunal distinto efectuará de oficio una tercera corrección. La novedad es que la calificación final será la que se otorgue en esa tercera corrección.

El desbarajuste está servido. Los alumnos de segundo de bachillerato estarían empezando las clases sin conocer las ‘reglas de juego’. Estudiaron primero de bachillerato en «modo competencial» y segundo debería seguir el mismo sistema, pero ahora nos cambian el examen de selectividad de diseño competencial por el formato de los últimos cursos. Me imagino a los profesores en un ‘mar de dudas’. Por supuesto que esta demora de la reforma era imprescindible. Rocío Lucas, consejera de Educación de la Junta de Castilla y León asegura: «Hubiera sido un despropósito que un gobierno en funciones avanzara en la modificación de la Ebau con el curso empezado. Demorar esa reforma era una petición de Castilla y León y de otras comunidades. Para nosotros la calidad y la certidumbre del sistema educativo son prioritarias: no se puede empezar un curso sin que los profesores y alumnos de segundo de Bachillerato conozcan cómo va a ser la prueba de acceso a la universidad. Si el Gobierno en funciones hubiera seguido adelante con esa modificación, hubiera sido un atropello».

El CSIF reclamó retrasar un año la nueva Ebau teniendo en cuenta que el alumnado de segundo de Bachillerato iba a comenzar su curso sin conocer los criterios de la prueba a la que deberán enfrentarse en junio de 2024. Coincido plenamente con este sindicato en su valoración: «La decisión adoptada por el Gobierno refleja la inestabilidad del sistema educativo. En este sentido, esperamos que la futura reforma se realice de manera pausada y consensuada en el nuevo ciclo político, con el fin de que haya una Ebau única en toda España sin diferencias en exigencia y nota».

La clave es esta «prueba única». El gobierno en funciones parece tener muy claro que «el cambio de selectividad será en 2025», pero, en mi opinión, esto es muy difícil. Las comunidades del Partido Popular se niegan a cualquier cambio que no empiece por implantar en España una Evau ‘única’ para las 17 autonomías y dos ciudades autónomas. Y no olvidemos un dato importante: «En los próximos cuatro años, sólo cinco autonomías no estarán presididas por el PP».