26/10/2022
 Actualizado a 26/10/2022
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El Museo de la Evolución de Burgos es uno de los regalos que la Junta repartió –más o menos– entre las provincias. Aquí nos dejaron el Musac, que no ha alcanzado la proyección esperada y el Procurador del Común, para dar palmadas en la espalda.

Volviendo a Burgos, es interesante la evolución de los primeros homínidos hasta llegar a Miguelón: ‘homo sapiens’. Actualmente a punto de extinción. Sin embargo, entre algunas mentes lúcidas, destaca el filósofo Ortega y Gasset. El que dijo «Yo soy yo y mi circunstancias». Un aserto con tantas interpretaciones como seres humanos pisan la Tierra. Su obra más conocida, La Rebelión de las Masas, analiza la suplantación por las masas de las minorías.

Mayoritaria era la masa que aupó a Hitler y el fascismo. El poderío de algunas agrupaciones sindicales y la casta política que pulula por los despachos oficiales. Pero el sumum es el fútbol y los que viven de él.

Quizá más corruptos sean los Juegos Olímpicos y su comité, en la sombra que se vende al mejor postor. Pero es el balompié el que acapara los medios, la calle, la oficina y los bares. Y aunque no te interese, no te libras de él. Si hubiera necesidad, sería como terapia para aplacar a las masas que en el estadio liberan las frustracíones de su existencia. Para engrasar esta maquinaria, hace falta mucho dinero y por la pasta, pactarían hasta con el diablo y los 40 ladrones. El emirato Qatarí no destaca por la protección de los derechos humanos y la emancipación de las mujeres. En el emporio hay millares de trabajadores semiesclavizados, cuya miseria no les permite regresar a sus países.

Pero el honor y la verdad no están donde el poder ni las masas, por más que griten. Para lección, basta la de una sola mujer: Anna Muzychuk. Campeona mundial de ajedrez, despojada de sus trofeos por negarse a competir en Arabia Saudita. El motivo no hace falta decirlo. Rara avis.
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