Jorge Brugos

Odio a los escritores leoneses

29/04/2024
 Actualizado a 29/04/2024
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Si el metateatro es la representación de una obra dentro de una misma narración teatral, pues el meta-artículo debe de ser escribir una columna usando como excusa lo que ha escrito otro autor. Me ha tocado la moral el jarro de tinta fría que José Antonio Montano ha lanzado sobre la figura del último premio Cervantes.

Con un artículo titulado ‘No he leído ni leeré a Luis Mateo Díez’ se jactaba, pese a estar sepultado en libros, de no haber ni siquiera ojeado ninguna de las obras concebidas por nuestro paisano: «Toda la vida oyendo hablar de ‘los leoneses’ (¡hubo un boom de novelistas de allí!) y no haber leído ni una línea de ellos; y menos que de ninguno, de Luis Mateo Díez», sentencia con un alarde inquisitorial llevado por una especie de xenofobia maniática hacia nuestra raza.

Sigo sin entender el motivo por el que presume de no haber cogido un libro escrito por alguno de nuestros vecinos, es como si le generara incomodidad el auge histórico de los novelistas de nuestra tierra.

Me compadezco de él si alguna leonesa le rompió el corazón en su juventud, le entiendo, el frío las ha hecho gélidas y complicadas. Todos somos Montano. 

Después de arrancar las raíces de Mateo Díez, echa abono contaminado a la tierra ficticia de Celama para criticar todo mundo imaginario del universo narrativo, sentenciando: «No soporto esos infames duplicados del mundo que son los ‘territorios míticos’, como si no tuviéramos bastante con el habitual». Respeto su opinión, pero con ella está echando por tierra la obra de otros autores legendarios como Tolkien, por no hablar de que al profanar la patria literaria de los autores se está injuriando a su pequeña nación de lazos domésticos. Demoler el pueblo de Celama es algo así como proyectar una enmienda a la totalidad urbanística de León, de la misma forma que renegar de la Vetusta de Clarín supone un intento de desacreditar a la ciudad de Oviedo o al desmontar la Oleza de Rubén Darío se está dejando en cuarentena a Orihuela y a su Obispo leproso.

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