eduardo-bajob.jpg

La España Viciada

08/03/2023
 Actualizado a 08/03/2023
Guardar
La salida de Ferrovial ha convulsionado al gobierno. Como plañideras lloran las ministras Belarra y Díaz que incluso han apelado al ¡patriotismo! El inicuo Echenique suma su odio a la causa. Son comunistas y como es natural, odian a los ricos y empresarios. Incluso los sindicatos, dormidos en brazos del poder, han despertado.

La reacción oficial ha sido denigrar a Rafael del Pino y emitir amenazas (bastante miedo tiene el gato a los ratones) para que los ciudadanos creamos que hacen algo pero que no dará resultado, porque Del Pino ha pasado el Rubicón. No sería raro que otras empresas también cruzaran el río.

La suerte sería que estallara otro nuevo caso de corrupción, por ejemplo, que Mohamed VI abriera el móvil de Begoña, para solapar este asunto. Griñán eclipsó a Filesa y a Roldán. Y éste, al Mediador y sus adláteres socialistas del Congreso. La última tapadera, el desaire de Ferrovial y a esperar que pase el tiempo. Pero supongo que en la chistera aún quedan muchos conejos por salir.

Paradójico es que los que más protesten sean los comunistas de Podemos. Los de la dictadura del proletariado y la expropiación de los medios de producción. De momento empezaron con los más débiles y se cargaron a dos mil autónomos, que no pudieron soportar la carga impositiva necesaria para los viajes en Falcon y el sustento de ministros inoperantes, asesoras, oficinas, embajadas separatistas y chiringuitos para los amigos.

Este lodazal no infunde seguridad para invertir, prosperar o crear empleo. Y en el caso de que Sánchez fuera reelegido, sería como los cinco años del mandato de Robespierre.

Aparte de las empresas desaparecidas, hay otras fugas que parecen no importar y no contabilizan: la inversión en universidades. A falta de empleo acorde con la formación recibida y los bajos sueldos, los jóvenes españoles emigran, abandonan España, para vivir con más dignidad y libertad; echan raíces y no volverán jamás. Médicos, enfermeros, músicos y eminentes científicos. Los mejores talentos.

Por su incierto futuro, Cataluña ha sufrido la fuga de importantes empresas. El banco más representativo opera desde Valencia y muchos españoles desprecian los productos catalanes de «España nos roba». Las empresas del sector de Ferrovial ya están alerta y cualquier cosa puede pasar. La deslocalización es un drama que pagan los trabajadores. Pasó en Francia cuando France Telecom (hoy Orange) se privatizó. La consecuencia fue el suicidio de 19 trabajadores que no resistieron el acoso moral. Pero eso es lo de menos.

Así va pasando esta legislatura de sobresaltos y descalabros, ante la complacencia de Feijoo.
Lo más leído