19/05/2017
 Actualizado a 19/09/2019
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Al mismo tiempo que la que firma celebraba el cumpleaños de su madre, medio mundo conmemoraba el Día de Internet y los informativos se empeñaban en buscar a todas aquellas personas que ya no pueden vivir sin él, cada vez más y de perfiles más variados. Coincide también (¿casualidad?) con la temporada de comuniones que marca ahora el momento en el momento de la primera conexión –si es que han logrado desconectar a los pequeños hasta ese momento– con la lluvia de regalos en forma de tablets, ordenadores e, incluso, teléfonos móviles con su respectiva tarifa de datos. ¿Os imagináis trabajar sin internet? Yo, como la gran mayoría, no podría. ¿Y quedar con alguien sin utilizar WhatsApp? Creo que poca gente sería capaz de concretar una cita sin usar en ningún momento esta aplicación. ¿Y planear un viaje sin conectarse? Tampoco, por internet sacamos los billetes, contratamos el hotel y hasta nos organizamos un mapa de puntos en Google para que no se nos olvide nada en el destino. ¿Y socializar sin redes? Eso sí se puede, aunque cada vez se use menos.Con todo esto, habría que plantear la celebración de un día sin internet. Nada. Y, si me apuras, sin cobertura en el teléfono móvil. Eso sí, tendrá que ser en una jornada de descanso y la barra del bar o la casa del vecino serán los únicos lugares de conversación. Probablemente le cogeríamos gusto y repetiríamos. En León nos sobran pueblos en ‘sombra’–para desgracia de sus cada vez menos vecinos–. Se llama desconectar y nunca viene mal.
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