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Cómo hemos llegado hasta aquí

01/06/2025
 Actualizado a 01/06/2025
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Compruebo que relevantes miembros del gobierno (y también sus satélites mediáticos políticos) han compartido un bulo y, una vez demostrada su falsedad, no han borrado sus tuits ni han pedido disculpas por ello. Ante situaciones así suele repetirse una pregunta retórica muy ‘boomer’, “¿cómo hemos llegado hasta aquí?”, que da pie a la consabida enumeración de causas y, sobre todo, de soluciones que me saco aquí de la manga para que ustedes aprendan y solucionen sus problemas, no hace falta que me den las gracias, sí, me siento en la obligación de instruir y educar, a su servicio siempre

“No doy crédito”. Otra frase ‘boomer’ que también ha quedado vacía de significado. La capacidad de estupefacción actual está por los suelos. El Gobierno corrupto, la degradación de las cosas que antiguamente funcionaban, las discusiones idiotas en las que se enreda la gente de los de abajo a instancias de los de arriba… Todo se superpone y se apelotona como los patógenos en el cuerpo del señor Burns -de ahí su cuasi inmortalidad en uno de sus capítulos más recordados-, inmunizando a la peña de la capacidad de asombro.

Todo ello provoca una lógica caída en el aislacionismo. Leemos en redes sociales (precisamente en redes sociales) que la actualidad nos agrede. Que es como ver un crimen lamentable por la ventana de un duodécimo piso. Con el gesto torcido por el asco y sin la menor intención de bajar a hacer nada.

Pero, una vez más, mirar a nuestro alrededor deja un panorama desolador. Se sobreentiende que el Poder saque todas las herramientas que tiene a su alcance para tirar balones fuera y echar la culpa a los otros, pero que la masa aborregadísima se lo compre sin ningún tipo de cuestionamiento no deja que causar una (pequeña) perplejidad. Es especialmente notable el caso de Eurovisión. Todo un presidente participando en una maniobra de distracción sobre el boicot a Israel es, de nuevo, lo esperable en este momento. Lo dramático es cuando gente, mucha de ella inteligente y bienintencionada, se cree realmente que puede contribuir a detener el asesinato masivo en Gaza tuiteando e instagrameando muy fuerte sobre lo bien que hizo RTVE con sus mensajes. Después de apretar el botón de “enviar”, la sensación de “ya hemos echado la peonada” y a otra cosa. Seguir manteniendo el sistema con nuestro consumo y otras acciones.

Aquí hemos llegado todos juntitos, de la mano, miembros de una ‘Iglesia’, vamos caminando al encuentro del Bajón.

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