"Monoloco tiene que ser un festival insignia en España"

Diego Bajo y Héctor Herrero, los dos rostros detrás del evento, repasan los inicios de un proyecto que apunta al panorama nacional

01/10/2025
 Actualizado a 01/10/2025
Diego Bajo (izquierda) y Héctor Herrero (derecha) son los jóvenes detrás del Monoloco Fest. | FERNANDO OTERO
Diego Bajo (izquierda) y Héctor Herrero (derecha) son los jóvenes detrás del Monoloco Fest. | FERNANDO OTERO

A escasos días de que arranque el Monoloco, Diego Bajo y Héctor Herrero ya ultiman los detalles para una nueva edición de un festival que no ha dejado de crecer desde que debutara en la capital leonesa en 2022. En apenas tres años, los dos jóvenes detrás del evento han conseguido convertir lo que en principio era una espicha universitaria en un multitudinario festival que ha logrado reunir en el Parking del Palacio de Exposiciones a más de 20.000 jóvenes "Si pones ganas y esfuerzo, las cosas se consiguen", admiten ilusionados tras ver el meteórico crecimiento de un proyecto que fue galardonado en 2023 con el premio al Mejor Festival elegido por el público.

Repasando sus inicios, Diego y Héctor rememoran aquellas fiestas universitarias que sentarían la base de lo que hoy en día es el Monoloco. Por aquel entonces, la pandemia trastocó por completo las recordadas espichas, todo un clásico de la vida universitaria que la ULE decidió prohibir a causa del COVID-19.  En un difícil contexto, los dos jóvenes buscaron una alternativa para no dejar morir las espichas. La respuesta de la universidad fue clara y tajante: no se puede vincular con la institución la primera fiesta que Diego y Héctor tenían ya en mente organizar en la Plaza de Toros. A pesar de la negativa, los dos estudiantes decidieron no tirar la toalla y pensaron una manera de sacar adelante el proyecto sin el apoyo de la ULE. "Le dimos una vuelta de tuerca y buscamos un nuevo nombre". Así brotó la idea del Monoloco Fest. 

En cuanto a sus influencias, Diego admite como nunca había ido a un festival antes de dar forma al Monoloco, pero sus "ganas de emprender y de hacer cosas" fueron motivo más que suficiente para ponerse manos a la obra y moldear la prometedora idea de celebrar en la Plaza de Toros una fiesta universitaria que a la postre sería la primera piedra de lo que hoy en día es el Monoloco. Sin embargo, los inicios nunca son fáciles. "Salieron un montón de cosas mal en este primer evento", confiesan tras echar la vista atrás. Para muchos, estos primeros contratiempos serían motivo más que suficiente para abandonar su sueño, una idea que nunca se les pasó por la cabeza a los dos jóvenes. "Vimos la respuesta de la gente y los comentarios positivos", confiesan ahora que ven los frutos de un trabajo que empezó hace ya casi un lustro. Un ‘feedback’ positivo que impulsó a Héctor y a Diego a dar continuidad a una fiesta que fue creciendo y mejorando edición tras edición.

La edición que lo cambió todo

Muchos todavía piensan que León es una ciudad pequeña como para montar festivales al estilo del Boombastic o del Arenal Sound, un prejuicio erróneo que los dos empresarios al frente de Monoloco han conseguido desmontar con trabajo y esfuerzo. Ambos jóvenes tenían claro que no solo Madrid o Barcelona tienen la capacidad para albergar eventos de tal magnitud. "El Boombastic fue una clara influencia", admiten ahora que trabajan codo con codo con los promotores de un evento que, año tras año, reúne a más de 40.000 personas en la pequeña localidad de La Llanera (Asturias)

El rotundo éxito del festival deja claro que León y su gente no ha perdido ni una gota del espíritu fiestero del que siempre hemos hecho gala. Pese a ello, sí que es cierto que León no siempre estaba en la mente de artistas como Fernando Costa, Delaossa o Recycled J en sus giras alrededor del país. Tanto Héctor como Diego supieron detectar rápidamente esa cuota de mercado sin cubrir que el Monoloco ha sabido satisfacer a la perfección. "Teníamos que irnos fuera para ir a eventos de este tipo", subrayan después de conseguir traer al Monoloco a dos figuras claves de la escena urbana española como son Kidd Keo y Yung Beef. 

Monoloco tiene que ser un festival insignia en España
Héctor y Diego también han cuentan con su propia productora, Dejame Pensar Producciones. | FERNANDO OTERO

A medida que fue pasando el tiempo, el Monoloco creció de manera progresiva, pero hubo una edición que lo cambió todo. Aquel 8 de octubre de 2022 fue un antes y después para el festival. "Vamos a dar el salto". Este fue el pensamiento de Diego y Héctor las semanas previas al evento, conscientes de que un éxito absoluto en la tercera edición del festival podría ser el punto de inflexión perfecto para colgarse la etiqueta de festival a todos los efectos. "Hubo una reunión previa donde decidimos hacer una producción propia", explican mientras desglosan el plan que los creadores del Monoloco llevaron a cabo para hacer realidad su sueño. Con un escenario renovado y un equipo de cámaras que hoy en día forma parte del equipo de Ibai en la Velada, el Monoloco subió exponencialmente de nivel. Además, la productora que dirigen Héctor y Diego, Dejame Pensar Producciones, se creó en la antesala de esta revolucionaria tercera edición. Chema Rivas y Recycled J fueron los artistas que actuaron frente a los más de 10.000 asistentes que se congregaron en el Hipico aquella soleada tarde de octubre de 2022.

"Hemos abierto los ojos a mucha gente de lo que se puede hacer en León", subraya Diego cuando echa la vista atrás y recuerda todo el camino recorrido en compañía de su amigo y socio Héctor. A pesar de su crecimiento, los dos empresarios todavía creen que el festival está lejos de alcanzar su techo. "Necesitamos que León se vuelque con el Monoloco", explican citando al Sonorama como el ejemplo a seguir. Durante cinco días, todo en Aranda del Duero gira en torno al festival, una realidad que los dos jóvenes ven posible replicar en León. Claro está, que para conseguir este objetivo es necesario contar con el apoyo del Ayuntamiento, una ayuda que "echan en falta" los impulsores del Monoloco. "La comunicación ha ido mejorando con el tiempo", admiten sin estar del todo convencidos de que las instituciones pongan todo de su parte para impulsar un evento que "aporta muchísimo a la ciudad" gracias a los miles de visitantes que pernoctan en la ciudad en cada evento. 

Una expansión sin límite

Con el tiempo, el Monoloco ha traspasado las fronteras de León. Valladolid (2024) y Avilés (2025) han sido los lugares elegidos para albergar las primeras ediciones del festival fuera de la ciudad. "Varias ciudades han llamado a las puertas del Monoloco", reconocen tras la expansión de una marca que se antojaba como "necesaria" viendo la repercusión que estaba adquiriendo el evento en la zona norte del país. "Estás compitiendo contra fondos de inversión con dinero ilimitado", admiten. Una ardua batalla por conseguir mayor poder de negociación de cara a contratar artistas y que pasaba, sí o sí, por crecer. De momento, solo tres ciudades han visto antes sus ojos una edición del Monoloco, pero quién sabe si en los años venideros el mapa de la geografía española no estará teñido de festivales bajo la firma de Diego y Héctor. "Es algo que tenemos en el horizonte", aventuran. 

Hoy en día, las redes sociales son la plataforma perfecta para darse a conocer. Diego y Héctor lo tenían claro desde sus inicios: Instagram y Tiktok tienen que ser el buque insignia del Monoloco. "Hemos llegado a tener 15 millones de impactos en los últimos 30 días", admiten tras observar la buena acogida que tienen todas sus publicaciones. Un portfolio envidiable que permite a los artistas ver con sus propios ojos el éxito del Monoloco y, además, crear comunidad en torno a un público joven que sigue con gran expectación los juegos y pistas que preceden al anuncio de cada artista que configura el cartel del festival. 

El Monoloco, durante el concierto de Disobey. | FERNANDO OTERO
Una imagen de archivo de una de las ediciones pasadas del Monoloco Fest. | FERNANDO OTERO

En este fulgurante camino hacia el éxito, Diego y Héctor han experimentado en sus carnes la peor cara de la industria musical. "Es como una mafia", cuentan tras conocer en Madrid como funciona por dentro el mundo de la noche. Pese a ello, admiten esperanzados, las nuevas generaciones están tratando de hacer las cosas de una forma diferente. Aún con todo, las decepciones y los malos momentos han formado parte del recorrido de los dos empresarios. "Cuando te empieza a ir bien, hay gente que se quiere aprovechar de ti", confiesa Diego al recodar como gente de su círculo más cercano no estuvo a su lado cuando más apoyo necesitaba. "Nos han fallado cuando pensábamos que no lo harían", concuerda Héctor a la hora de hablar de traiciones y desencuentros que, desgraciadamente, van de la mano del éxito personal y profesional.

De cara al futuro, Diego y Hector no pueden ser más optimistas. Amparados por el crecimiento del Monoloco, los dos jóvenes no pierden de vista los proyectos paralelos al festival que ya tienen en marcha. "Llevamos a artistas y hacemos más fiestas a lo largo del año", comentan cuando hablan del trabajo de su productora, Dejame Pensar Producciones, una apuesta personal de Hector y Diego que busca "hacerse fuerte" y encontrar su hueco en la industria. Mientras tanto, su ‘ópera prima’, el Monoloco, seguirá siendo su proyecto principal y el ejemplo perfecto de que, si se hacen bien las cosas, el éxito es posible. Un festival que puesto León en el mapa musical y que, en apenas unos días, traerá a la ciudad a dos artistas de renombre, Morad y Abraham Mateo.
 

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