Paco Romo, antiguo lateral derecho de la Cultural con el nombre de Paquito, pintor reconocido de temas de naturalezas, tenía la costumbre de pasear con su perro Rabito (ya fallecido) por la orilla del Bernesga a su paso por León. Y siempre llevaba alguna bolsa para recoger la basura tirada cerca del río que «hería» a sus ojos de tipo comprometido con la defensa de la naturaleza.
José Luis era otro habitual caminante por la misma zona, con parecidas costumbres. Un día se decidió acercarse a felicitar a Paco por lo que hacía. Hablaron. Pensaron en hacer algo juntos, «en grupo». Acababa de nacer el grupo espontáneo de Amigos del Mocho, aunque aún no tenía nombre.
- Barajamos la posibilidad de Brigada Bernesga, que propuse yo (Romo) y la de José Luis, de Amigos del Mocho, más popular y cercana. Como nos decantamos por la suya pues yo elegí el día, el primer domingo de cada mes, caiga en lo que caiga, aunque sea año nuevo (que alguna vez lo fue); recuerda Paco Romo.
Lo de ‘mocheros’ ya vino después, el apodo habitual e inevitable en estas tierras de motes para todo. «También nos gusta, tiene gracia».
No se legalizaron como asociación, ni sociedad, ni nada. Son un grupo espontáneo que ya no necesita ni citarse, a las 10 y media de la mañana donde la bolera de San Marcos. Aunque en las primeras ediciones sí colocaron algunos carteles. Y lo han vuelto a hacer para este primer domingo de mayo, por ser una fecha muy especial, el X aniversario y, además, el Día de la Madre... Naturaleza. Por ello invitan a acudir a quien quiera, como siempre, y sería bueno que muchos leoneses se acercaran, tal vez como un simbólico gesto de decir «gracias» por esos 10 años de generosa entrega a la limpieza del Bernesga.
Una entrega que ha tenido un poco de todo, altibajos, con presencias que iban de los 4 ó 5 participantes, en duros días de invierno, agua o frío, a los 10 ó 12, que «seguramente es la cifra más repetida en las sucesivas quedadas»; sin faltar nunca aquellos dos que en 2015 se encontraron a la orilla del río y un añorado José Luis Pérez Soto, que se sumó en las primeras ediciones y jamás faltaba cuando estaba en León, además de llevar las «relaciones con la prensa», incluso desde Altea.
Entre los picos de mayor asistencia están, en buena lógica, aquellos domingos de buen tiempo, que animan a la gente, o días como aquel mayo de 2019 cuando se acompañó la limpieza con un «avistamiento de aves, con material apropiado llevó José Luis. Seríamos alrededor de 40», recuerdan. También un día que se sumaron los chavales de un instituto...

- ¿Y la basura más extraña?
- Uff. Hemos encontrado de todo. Sobre todo toallitas, que son muy nocivas, pero cualquier sorpresa era factible. Somieres, cajas de todo tipo, latas, ruedas... si tuviera que elegir lo más extraño diría que el día que encontramos ocho cajas llenas de gallinas muertas. No solo por lo raro, también por pensar qué se le pasa por la cabeza a alguien que pudiendo dejar algo en un contenedor lo transporta hasta la orilla del río; reflexionan ‘los mocheros’.
Y un cuadro de Quevedo, que se convirtió en noticia el día que apareció un cuadro de Quevedo (2023), que tendría cierto sentido si recordamos que en San Marcos estuvo preso el escritor.
- ¿Y dinero?
- Una vez, 8 euros. Y estábamos tan poco acostumbrados que no sabíamos qué hacer con ellos.
- ¿Y los temidos botellones, no os han afectado?
- Hubo una época en la que mucho, se había puesto de moda la orilla del río para hacerlos; pero ahora mismo hay poco, creemos que se han trasladado hacia la Candamia, de hecho algunos compañeros han acudido allí a limpiar porque estaba muy abandonado.
Entre las curiosidades del trabajo de los mocheros está una de esas paradojas institucionales. «Limpiamos solo la orilla del río porque está ‘huérfana’, en un vacío legal. El Ayuntamiento no la limpia porque pertenece a Confederación y ésta no la limpia porque tiene cientos de kilómetros de riberas de ríos. Entonces nosotros la recogemos, la sacamos a terreno municipal y allí ya puede trabajar el servicio de limpieza municipal, pues abajo les han dicho que ni tocarlo.
Y así han llegado hasta ahora los Amigos del Mocho, de fiesta de X aniversario —a la que nos invitan— pero con la firme voluntad de seguir, pase lo que pase en la celebración. Sus mensajes seguirán acabando igual: «La próxima cita será el próximo día 1 de junio, a las 10.30 horas en la bolera de San Marcos».
