Los ‘mocheros’ inmortalizan a Pérez Soto en dos ‘piedras’

‘Los amigos del mocho’, del que el periodista fue activo colaborador, riden un sencillo homenaje allí donde se reunían en cada hacendera

05/11/2024
 Actualizado a 05/11/2024
Un joven Pérez Soto (en los tiempos de la máquina de escribir) con su compañera de vida y profesión, Camino Gallego. | FERNANDO RUBIO
Un joven Pérez Soto (en los tiempos de la máquina de escribir) con su compañera de vida y profesión, Camino Gallego. | FERNANDO RUBIO

Si José Luis estaba en León, a primera hora de la mañana del primer domingo de cada mes estaba en la bolera del puente de San Marcos para unirse a los que acudieran del grupo de los Amigos del Mocho e iniciar la limpieza de las márgenes del Bernesga.

Si José Luis estaba en Calpe, su otra casa desde su jubilación, a primera hora de la tarde del primer domingo de cada mes estaba en el correo una foto y una breve nota con lo que habían hecho ese día los Amigos del mocho. Si viajáis hasta el primer lunes de cada mes veréis una breve nota firmada por J.L.P.S., seguramente las últimas colaboraciones en prensa de un periodista de largo recorrido en casi todos los  medios, de prensa a televisión: José Luis Pérez Soto. 
Pero este pasado domingo, el primero del mes de noviembre, no estaba en la bolera ni escribió el correo. No estaba. José Luis había fallecido unas horas antes en Calpe, víctima de un cáncer contra el que luchó con el mismo entusiasmo que si fuera cualquier causa leonesa de las muchas que defendió. Y venció una vez, pero sucumbió a la segunda. Camino Gallego, su viuda, les comunicó a los mocheros la triste noticia.

Paco Romo, uno de los fundadores de los Amigos del Mocho y reconocido pintor, fue el encargado del primer homenaje, a bote pronto, y sencillo, como seguramente le hubiera gustado a José Luis. En dos piedras recogidas en el río que tantas veces limpiaron escribió: "José Luis Pérez Soto", en una; y "tus amigos del mocho". Y están colocadas, no podía ser en otro sitio, en el punto de reunión de cada hacendera de limpieza: Debajo del Puente de San Marcos, al lado de la bolera. 

Recuerda Romo el entusiasmo que Pérez Soto les transmitía. «Se sumó al poco de comenzar, nada más que lo supo. Si llevamos 10 años él llevaría 9. Si no estaba en León nos hablaba, hacía la nota... incluso nos contaba que en Calpe participaba en otro proyecto parecido, pero en este caso en las playas».


Solidario en muchas causas


Este reconocimiento "de las dos piedras" significa mucho más que el reconocimiento de un tipo solidario y colaborador, como José Luis, es un recuerdo de alguien que se sumó a numerosas causas: Saben mucho de él en la Asociación Leonesa de Caridad, su postura en la pandemia siempre estuvo del lado de los volcados en la ayuda, cantaba en dos coros y pedía para el grupo la atención que nunca pidió para él... suma su pasión por el periodismo, por el deporte, especialmente aquel  Ademar que tantas tardes de gloria le dio, la Semana Santa...

Le sobraba corazón para albergar tantas causas sin que chocaran, como le sobraba para tener dos patrias (o tres) sin ningún conflicto. Era leonés, ante todo, sin dejar de ser de Belorado y en Calpe también se sentía en su tierra.

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