– Decía Friedrich Nietzsche que “la potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar”. Vosotros debéis de ser unos superdotados…
– Mira, si empezamos la entrevista así, vamos listos. ¿Quién era ese Friedrich? La potencia se mide en caballos.
– Para ser unos profesionales del gandulismo, llama la atención que no paráis de trabajar con tanto concierto y tanta aparición mediática. ¿No tenéis miedo a cargaros vuestra reputación?
– Nada que no pueda solucionar el contestar a esta entrevista tumbados. Nuestra reputación fue labrada a través de generaciones que cuando no existía el mando a distancia, ya sabían lo que era perder tardes enteras mirando las avutardas.
– A elección del consumidor, en vuestra página web se puede comprar ‘Tardes de Merienda’ al precio de cinco euros o descargarlo de forma gratuita. ¿Cómo es posible que os hayáis hecho millonarios tan pronto?
– Es una duda que nos asalta continuamente, pero te podemos garantizar que no hay nada como vivir en la opulencia, rodeados de gatos de angora y abrigos de chinchilla.
Cambiar de vestuario en los conciertos nos parece un recurso vulgar. Al final lo realmente importante es llevar muda limpia– En la portada del álbum aparecéis dando buena cuenta de bocadillos de chorizo regados con vino. En León tenemos una cecina fantástica. ¿Os vale?
– Por supuesto, faltaría más. Nos vale cualquier producto curado y/o embutido que produzca una sed mortal al cabo de media hora.
– Los grandes artistas se cambian de vestuario cada dos por tres en sus conciertos. ¿Para cuándo unas batas de lentejuelas y unas pantuflas de plataforma?
– Cambiar de vestuario nos parece un recurso barato y vulgar. Al final lo realmente importante es llevar muda limpia. Eso es fundamental.
– ‘Mañanas de Petanca’ en 2012, ‘Tardes de Merienda’ el año pasado, y si no estoy mal informado, la trilogía se cerrará con ‘Noches de Bingo’. ¿Será en 2016?
– Es posible, todo depende de si no hay una catástrofe nuclear y la humanidad desaparece. ¿Te imaginas lo terrible que podría llegar a ser un mundo sin jilgueros?
– Me chiva un compañero de redacción, fan irredento vuestro, que un tema del que os sentís especialmente orgullosos es ‘De agujeros en las montañas’, versión del famoso tema de la película ‘Love Story’, convertido ahora en la historia del drama que se esconde detrás de cada tuneladora. Maldita sea, ¿de dónde os sale la inspiración?
– Del mecer de una hoja, la sonrisa de un niño, el olor de unas salchichas… ¡Que las musas nos pillen tumbados! Ese es nuestro grito de guerra.
Nuestros grupos de referencia ahora mismo son los Gemeliers y Bach, aunque Bach no era un grupo. Pero tuvo 20 hijos– Por cierto, en vuestros directos también lanzáis dardos contra determinados personajes. ¿Alguna nueva incorporación a esa lista de señalados?
– La verdad es que cada vez lo hacemos menos. Últimamente se incluyen generalidades: los franceses, los alemanes… Se podría decir que estamos perdiendo ‘punch’, ‘ping pong’ y ‘ñigo ñigo’.
– ¿A qué hobby dedican Los Gandules el tiempo libre de gandulear?
– El tiempo libre lo estamos empleando a conciencia en plantar esquejes y construir con gomas de borrar bonitas reproducciones a escala 1/1 de la Catedral de León.
– Hagamos un esfuerzo de imaginación. Si Los Gandules hubieran sido unos músicos de los llamados ‘de verdad’, ¿a quién les hubiera gustado parecerse?
– Pues nuestros grupos de referencia ahora mismo son los Gemeliers y Bach, aunque Bach no era un grupo. Pero tuvo 20 hijos… y quinientas nueras. Ahí dejamos el dato, que no podemos parar de ser graciosos.
– ¿El 21% de IVA cultural es una broma de mal gusto?
– Lo que dudamos en realidad es que lo que hacemos nosotros se pueda calificar como cultura. Si así fuera, “eso sería mucho pagar”, que diría nuestro anciano padre.
– ¿Le falta buen humor a esta sociedad?
– Lo que falta en España es escuchar más a Mike Oldfield y a Jean Michael Jarre. Y todos a reír.
– Estamos en año electoral y con aires de cambio. ¿Tiene arreglo este país?
– Pues sí que tiene arreglo. Como todo, menos la Nintendo.
