Leonesas tras la cámara fotográfica

En León, como ha venido ocurriendo desde los inicios de la fotografía, este arte goza de muy buena salud entre las creadoras que trabajan en torno a ella

Mercedes G. Rojo
25/11/2025
 Actualizado a 25/11/2025
‘Sala de rehabilitación del Hospital de Regla’ de aNa María Loreto (2º premio).
‘Sala de rehabilitación del Hospital de Regla’ de aNa María Loreto (2º premio).

Hace ya alrededor de cuatro meses que fueron entregados en León los premios correspondientes al 10º Certamen de Fotografía Urbana Contemporánea Leonesa, que, desde 2015, viene convocando la Cámara de la Propiedad Urbana de León. He de reconocer que,  a pesar de que durante un tiempo permaneció expuesta en León, la vorágine del día a día no me había permitido disfrutarla hasta que, hace apenas diez días, acudí a Astorga para presentar el libro de una amiga y compañera.  En la sala de exposiciones me esperaba la extensa colección fotográfica que compone este año esta muestra de fotografías que va ya por su décima edición, y que tras su inicial estancia en el Museo de León, sede que la viene acogiendo año tras año, comienza un recorrido itinerante por diversos puntos de nuestra provincia y, en ocasiones, también de fuera de ella. Llegué con tiempo de sobra al lugar de la cita, así que tuve la oportunidad de recorrer con calma la muestra que se abría ante mis ojos y  disfrutarla en la medida de su merecimiento.

Entre la selección fotográfica que se le ofrece al visitante, algunos nombres ya conocidos por mí, los de ellos y los de ellas, pero en esta ocasión hubo algo que  me llamó poderosamente la atención y es que, en esta nueva edición, el porcentaje de presencia femenina en los premios es especialmente abrumador, pues, de los seis premios otorgados (los tres primeros, más la mención especial, más los dos premios de adquisición asumidos por sendos centros de negocio de Astorga y Ponferrada, respectivamente) cinco  de ellos están firmados por mujeres. No todas son leonesas, claro está, pero su nada despreciable presencia nos hace valorar el buen momento artístico por el que está pasando la creación fotográfica femenina en nuestra provincia. Concretando datos, de las veintiséis obras restantes, otras seis llevan también firma de mujer, lo que hace un total de once piezas firmadas por nueve nombres femeninos, estableciendo la proporción de su autoría  en un 9/17, ligerísimamente por encima del tercio, un porcentaje que no está nada mal si tenemos en cuenta la visibilidad de otros años, visibilidad que desconocemos si va acorde o no con el índice de participación de las fotógrafas.

3º Premio. Estrellas humildes. De Virginia Morán de la Mata.
‘Estrellas humildes’ de Virginia Morán de la Mata (3º premio).

Los premios correspondieron a Esperanza Labrador Rodríguez (Primer Premio), aNa María Loreto (Segundo Premio), Virginia Morán de la Mata (Tercer Premio),  Rosa Blanco Rodríguez (Premio Pacios López Asesores Ponferrada, de adquisición)y Cristina Lozán Lozán (Premio Quatro Centro Negocios Astorga), de los cuales el segundo y tercer premio correspondieron a reconocidas fotógrafas leonesas.  En esta ocasión solo la mención especial le fue adjudicada a un hombre, en un ejemplo más de la buena salud por la que está pasando la fotografía leonesa realizada por mujeres, en este momento.

Y es que ellas, como bien se ha venido contando esporádicamente en algunos de los artículos dedicados a recuperar la memoria del paso de la mujeres por este campo artístico en el blog especializado que yo misma coordino, MasticadoresFEM -y al cual les invito a asomarse para seguir su rastro-, han estado presentes en el mundo de la fotografía desde que este joven arte comenzó su andadura histórica, oficialmente allá por  1839, con la divulgación mundial del primer procedimiento fotográfico: el daguerrotipo. Nombres que, en la mayoría de los casos han estado –como en otros tantos campos- invisibilizados o silenciados, muchas veces ocultos tras el de los hombres que se encontraban a su lado (padres, hermanos, maridos...) o mantenidos tras el anonimato que les proporcionaba el uso de un apellido más que el de un nombre propio.

'Cuadrangular'. De Sara Robles Fernández. Seleccionada.
‘Cuadrangular’ de Sara Robles Fernández (seleccionada).

Tampoco León ha sido ajena a esa presencia histórica de mujeres ligadas al mundo fotográfico, como  bien nos lo demuestra el trabajo realizado por Ana Valiño (otra interesante y multidisciplinar fotógrafa leonesa), quien coincidiendo con su cien cumpleaños, ha recuperado la figura de Belita Gracia, una fotógrafa siempre con la cámara en sus manos, con toda una vida dedicada a este arte cuya trayectoria, “sin formar parte de los circuitos oficiales”, desafió todas las normas de esta disciplina, explorando el collage, retratando a las mujeres con esa mirada distinta que le daba su formación como maestra (profesión que nunca ejerció), para convertir lo cotidiano (que recogía con “su cámara, una kodak Retina de 1955, testigo de un León íntimo y universal”) en arte; una fotógrafa que aún podemos descubrir y disfrutar en el Centro Leonés de Arte (CLA) de León (Avda. Independencia, 18), hasta el 21 de diciembre. No serán las únicas noticias que tengamos de ella y de su obra fotográfica, pues Ana Valiño, trabaja también en un documental que nos la acercará un poquito más; lo mismo que esperamos que ocurra con otras mujeres que han formado parte de la historia de la fotografía de nuestra provincia y sobre las que Ana trabaja en su particular proyecto “Mujeres en la construcción de la memoria visual de León”.

Volviendo al día a día y a la muestra que ha dado pie a construir este artículo de hoy, decíamos que en el historial de premios de este año, son cinco de seis los nombres que corresponden a fotógrafas, un total de nueve en el conjunto del total de veintiséis firmas.  Entre las leonesas, alguna, como aNa María Loreto, ya han pasado por esta sección;  a las que aún no lo han hecho habrá que seguirles el rastro en el futuro sin que ello sea óbice para apuntar unas breves líneas sobre ellas. Comencemos.

'Manos de sol'. De Virginia Morán. Seleccionada a mayores de la ganadora.
‘Manos de sol’ de Virginia Morán (seleccionada a mayores de la ganadora).

El segundo premio ha correspondido a la leonesa aNa María Loreto, por una obra en blanco y negro titulada 'Sala de rehabilitación del Hospital de Regla', en el que el motivo es el juego casual de líneas creado por la combinación de luces y de sombras. Ana siente una predilección especial por el juego que da en fotografía el uso del blanco y negro, al que recurre muy a menudo; es conocida por haber puesto en marcha ya hace unos años el espacio en redes mARTEs, que define como “un espacio que desea abrirnos los ojos unos a otros a descubrir la belleza cotidiana, la que tenemos alrededor y a veces no vemos. No pretende disfrutar de las fotos más espectaculares, sino de los momentos encontrados más especiales y que nos causan pequeños deleites a lo largo del día”, y cuyas entradas se comparten exclusivamente ese día de la semana. Loreto ha sido seleccionada en más de una ocasión en este mismo certamen, además de participar en diferentes exposiciones colectivas, algunas de ellas promovidas por el departamento de Arte y Exposiciones del ILC, dirigido por Luis García, que han recorrido lugares emblemáticos de nuestra provincia. A su particular mirada me acerqué en su momento a través del artículo que le dediqué en estas mismas páginas bajo el título de 'Mar y tierra ensamblados en un abrazo artístico'. Desde entonces, (y ya van cinco años de ello), aNa Loreto no ha dejado de crear y de ampliar sus horizontes artísticos.

El tercer premio de este 10º certamen de la Cámara de la propiedad, se lo ha llevado Virginia Morán de la Mata, con su obra titulada 'Estrellas humildes', que recoge la imagen de un circo instalado entre la niebla y la noche. También Virginia, repite presencia entre los seleccionados y/o premiados en diferentes ocasiones para ser expuestos en el recorrido que esta muestra realiza año tras año. Además, su presencia ha tenido también representación internacional, por ejemplo, al haber sido seleccionada una de sus imágenes (realizada durante la pandemia) por Photoespaña, para representar a nuestro país (entre un total de 24 escogidas entre cerca de 60.000) en una exposición montada para Washington, en 2020; por no hablar del primer premio en la categoría ‘Food at the Table’ del concurso Pink Lady® Food Photographer of the Year 2024, el certamen de fotografía gastronómica más relevante del mundo, en el que a Virginia le gusta participar por el concepto que el mismo representa. Virginia, que probó suerte como periodista para definitivamente decantarse por el mundo de la fotografía que ejerce profesionalmente desde su propio estudio, defiende una fotografía de carácter humanista a través de "un trabajo en el que asegura que busca lo estético en la escena, sea esta la que sea", y con una especial atención –con mirada de madre fotógrafa- a plasmar el día a día de las familias.

'Presencias invisibles'.De Victoria Carro. Seleccionada.
‘Presencias invisibles’ de Victoria Carro (seleccionada).

Además de estas dos premiadas, también resultaron seleccionadas otras dos leonesas. La primera, Victoria Martínez Carro (artísticamente conocida como Victoria Carro), polifacética y joven artista, que camina por diversos senderos del arte, incluido el diseño de moda. Nacida en Villamañán, su obra no es la primera vez que resulta seleccionada –y por tanto expuesta- en otras ediciones del certamen que nos está sirviendo de referencia para el acercamiento de hoy. Lo mismo ha ocurrido con la obra de Sara Robles Fernández, algunas de cuyas fotografías también han sido premiadas en certámenes ligados a la provincia o expuestas en muestras colectivas  como  la '#VisitSpain' en la Plaza Mayor de León o la de 'MUYERES 8M', por nombra solo alguna de ellas, dedicando gran parte de su obra, precisamente, a recoger la impronta de la variadísima cultura leonesa en el día a día

En definitiva, este certamen ha recogido, a lo largo de este recorrido de diez años, el nombre de otras fotógrafas leonesas que han sido premiadas y/o seleccionadas en las diferentes convocatorias, aunque nunca de manera tan abrumadora como en esta última. Nombres como los de Belén Sánchez Campos, Carmen Coque, Divina Quinina, Rocío Rabanal, junto a otras seleccionadas como Julia Liébana u Olga Orallo, que han formado parte de la nómina de estos diez años de certamen fotográfico, han encontrado –en algún momento- reflejo en estas páginas, junto a un buen número más de fotógrafas a las que aún me toca seguirles el rastro, en una tarea que no siempre es fácil dentro de la metodología empleada para ello. En fin, una elevada representación de fotógrafas, con formas de crear muy diferentes, con distintas sensibilidades, entre las que si la variedad de temas no tiene límite, la calidad con que los afrontan es considerable en todas ellas. Mujeres que son tan solo una muestra de lo mucho y bueno que se sigue creando en León, a través de las manos femeninas que manejan las cámaras tras las que se recoge realidad o creación, movidas por la particular mirada de los ojos femeninos que observan a través de ellas. Sin duda para no dejar de disfrutar de su trabajo siempre que tengamos ocasión para ello.

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