
Renovarse o morir. Pero también seguir creciendo. Crece la cocina que ofrecen –una cocina tradicional con ciertos toques de innovación– pero también crece su local, un lugar amplio y con distintos espacios que ahora cuenta con un nuevo comedor muy diferente. Y es que el restaurante La Zíngara –todo un clásico del Páramo en el que reina el gran Santos, qué gran relaciones públicas– inauguró este verano su nueva sala, que se convierte así en un rincón más íntimo para comidas que busquen la discreción, pero también en un local perfecto para pequeñas celebraciones, ahora que tanto se llevan las bodas y demás juergas sólo con los más íntimos.En La Zíngara ya había hecho parada esta Ruta del Placer, cómo no, pero aprovechando que estrenaban la obra nos dieron una buena excusa para volver a disfrutar con la cocina de esta casa, una cocina de las de toda la vida, aunque ahora flirteen con platos más novedosos. Y ojo, también hay menú.En esta casa hay varias especialidades a las que cuesta resistirse... Para abrir boca, ‘el ajo’, esa salsa potente que es típica de Santa María del Páramo y que es puro saborazo. Se come con pan, y pica que jode, así que se imaginarán que uno va untando y untando, y el vinillo que acompaña el aperitivo (¿un rosado de Pajares de los Oteros?) entra que da gusto... Una delicia, aunque a veces aparezca algún aguafiestas de los que se empeñan en fastidiar el bocado insistiendo en que el ajo es una bomba de calorías. Eso sí, no se pasen con la salsilla, que llena mucho.¿Un entrante más? Hay muchos y muy recomendables: buenísimas croquetas caseras o excelente la cecina de León, pero hay mucho y muy rico donde elegir. Pero ya que al fin llueve y al fin parece que arranca la temporada de setas, les cuento que otro plato que bordan en esta casa es el que lleva boletus, foie, jamón y huevo. Qué exquisitez. Revuelvan la mezcla bien y saboreen los hongos. Más vinín, claro.Y venir a La Zíngara es salivar pensando en las ancas que preparan, con la receta picante de toda la vida. Aparecerán en este punto los contrarios a las patitas de rana –que haberlos haylos– pero, prejuicios aparte, hay que recordar a los enemigos de las ancas que seguramente no las han probado jamás, y que se están perdiendo un manjar delicioso (saben a pollo, dicen)... Aquí las preparan en su salsa, como siempre. Si el comensal es valiente, cuando termina le echan en la salsa un huevín para seguir gozando... Sin palabras.Al postre no llegamos los poco golosos (miren la carta, son caseros), pero varios ‘medios gintonic’ al aire libre, en el porche de la nueva sala, ponen el broche de oro a una comida redonda. ---------------------------------Restaurante La ZíngaraSanta María del Páramo (León) 987-350350
