
Qué mejor garantía de calidad que una casa de comidas que lleva un siglo largo (¡desde 1901!) alegrando los paladares leoneses. ¿Hay mejor tarjeta de presentación que saber que conseguir mesa en Casa Nalgas, y más si es fin de semana, es toda una odisea?Ahora que las primeras minivacaciones del año ya no se ven tan lejanas –limonadas, llegad ya–, hacemos este viernes parada en La Ruta del Placer en un comedero de felicidad asegurada, porque qué cocina tan rica es la que elaboran en esta casa. Aquí hay platos para todos los gustos y, sinceramente, difícil es que fallen pidan lo que pidan.Entre las ensaladas, es todo un hallazgo la de chicharro. Y una propuesta nada desdeñable: las patatas a la importancia, rellenas de carne (no las hay siempre) Bien sabido es que comer bien en León es una tarea bastante sencilla. Más complicado es a veces elegir dónde y reservar a tiempo. De cocina casera también vamos bien servidos, y coincidirán conmigo en que disfrutar platos de cuchara de los de toda la vida es uno de los grandes placeres. Lo dice mi amigo Nico, uno de esos viajeros que de verdad saben disfrutar de cada día, y tiene claro que el gran lujo en esta vida es el tiempo, vivir experiencias especiales y, sobre todo, tener con quién compartirlas. A ello vamos hoy. A pegarnos en este local veterano un buen homenaje de cocina clásica, de esa que preparaban como nadie nuestras abuelas. Y en Casa Nalgas ese lujazo lo bordan, así que vayan con tiempo y sin prisas para que la experiencia sea realmente buena. Relojes fuera, y allá vamos.Lo complicado aquí es decidir qué se pide, porque la carta es enorme, y los platos que suelen ofrecerte a mayores también son una tentación. Lo más recurrente, y una de las fórmulas que más me convencen en los sitios donde apetece todo, y especialmente si somos muchos en la mesa, es un picoteo variado y que después cada uno elija un segundo (buenísimas carnes y pescados).¿Qué pedimos para ir haciendo boca? Mucho buen producto: berberechos y navajas al vapor, mejillones (vapor o picantillos, uno de los platos más recomendables de esta casa), croquetas caseras de jamón, lengua curada, ensaladilla con gambas, anchoas.... Entre las ensaladas, es todo un hallazgo la de chicharro. Y una propuesta nada desdeñable: las patatas a la importancia del Nalgas (rellenas de carne, aunque no las hay siempre) son un sueño, las recomiendo.Y pasamos a los segundos: entre las especialidades, el chuletón y la cecina de chivo entrecallada, pero de primerísima también los callos, las mollejinas con rabo, las carrilleras, el entrecot, chuletillas de lechal... Y pescados frescos, fresquísimos, según temporada. Ojo al bacalao.Los postres –caseros– merecen capítulo aparte. Dejen hueco, no se olviden del dulce como remate a este festival de sabores: tarta de queso, o la de castañas con chocolate caliente (potente) o el helado de turrón... El lujo ya es total si hace bueno y comemos en la terraza, al aire. Y al solete, el cuerpo pide un gintonic para reposar las viandas. Sin reloj.-----------------------------------Casa Nalgas Plaza Jacinto Benavente, 1. León 987-255003
