La opinión del cliente siempre cuenta

El restaurante La Praillona de Boñar cumple este año sus bodas de plata manteniendo viva la cocina tradicional de la montaña leonesa que salió de los fogones de la abuela

Alfredo Hurtado
29/04/2016
 Actualizado a 17/09/2019
Manuel Bandera González, gerente y propietario del restaurante La Praillona de Boñar. | ALFREDO HURTADO
Manuel Bandera González, gerente y propietario del restaurante La Praillona de Boñar. | ALFREDO HURTADO
El restaurante La Praillona en Boñar se encuentra en plena celebración de sus bodas de plata, pues abrió sus puertas al público el 19 de abril de 1991. Su gerente y propietario Manuel Bandera González se siente orgulloso de todo lo que significa a día de hoy La Praillona para él, sus clientes y sus empleados.

Manuel nació y se crió en Llamazares, localidad perteneciente al municipo de Valdelugueros, y el nombre de La Praillona es en honor a su abuelo, pues tenía un prado en el pueblo con ese nombre donde fue muchas veces con su ancestro con las vacas. Bandera, desde muy joven, estuvo ligado a la hostelería, pues empezó en un bar, un estanco y una tienda de ultramarinos que sus padres tenían en La Vecilla, y en el año 1985 contaba con un pub en León; luego, más tarde, con la discoteca de La Vecilla y tiempo después la de Boñar, que llevaba el nombre de ‘Mi vida loca’, pero que todo el mundo la conocía por la cuadra, porque con anterioridad había sido una nave ganadera habiendo días que aglutinó a más de 2.000 personas, según nos recuerda Manuel, que compaginó cuatro años con el restaurante, del 91 al 95.

"Empezamos siendo un pequeño restaurante que a día de hoy sigue siendo pequeño, pero me siento orgulloso del reconocimiento a nuestra cocina tradicional de la montaña, salida de los fogones de mi abuela, que pasó a mi madre, Mª Antonia González, que estuvo con nosotros casi 20 años, y ahora continúan mi hermano y mi cuñada", matiza Bandera. "Nuestros clientes han sido los que nos han marcado el camino a seguir tanto en la cocina como en los vinos, y contamos con una vinoteca con caldos de todas las regiones españolas e incluso también franceses, portugueses, italianos y de Sudáfrica".

Cuenta con una variada carta de carnes y pescados carnes estofadas o guisadas de la tierra, las más tradicionales carnes rojas como solomillo y el entrecot, la cadera de buey y chuletón, y en cuanto a pescados cuenta con un gran abanico de posibilidades todos frescos llegados de Asturias y Galicia. Ofrece un menú diario de 10 euros con tres primeros y dos segundos, mientras que domingos y festivos es a la carta.
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