"Fontañinas", con cariño de madre y sabor de montaña

María Madrigal, de A punto de nieve en La Pola de Gordón, presenta unas pastas artesanas inspiradas en los viejos sabores de la montaña y que son un homenaje a "las mujeres que nos enseñaron a hornear con alma", por eso salen el Día de la Madre

03/05/2025
 Actualizado a 03/05/2025
Las Fontañinas se presentan en caja de cartón reciclable o las llamadas de luxe en lata de ‘estilo antiguo’. | L.N.C.
Las Fontañinas se presentan en caja de cartón reciclable o las llamadas de luxe en lata de ‘estilo antiguo’. | L.N.C.

Cuando los proyectos son hijos de los sueños tienen más largo recorrido y un camino lleno de pequeñas satisfacciones (o grandes). María Madrigal lleva años caminando hacia sueños que va cumpliendo. Después de una sólida formación como repostera quiso regresar a un paraíso de su infancia y juventud, La Pola de Gordón, y dedicarse ‘a lo suyo’ y, de paso, darle un espacio como el que ella disfrutó a su hija. Otro motor de su vida. 

Así nació A punto de nieve. En un lugar con sabor a montaña y en una pastelería con «aromas del pasado y con alma de futuro». Allí nació un día, entre otras creaciones, «en el corazón de la montaña leonesa donde los recuerdos no se olvidan y las manos siguen trabajando como antes» la tarta Fontañán, un nombre inspirado en la montaña más alta de la comarca. Y allí acaban de nacer, con las mismas premisas, «las fontañinas», unas pastas que, explica su creadora «nacen de un deseo profundo: generar cultura desde lo pequeño, desde un obrador de pueblo que se niega a dejar en el olvido los sabores que nos hicieron quienes somos. Fontañinas es un homenaje a las mujeres que nos enseñaron a hornear con alma, a los inviernos en la cocina, al cuidado por los detalles. Se trata de unas pastas suaves de almendra, que se derriten en la boca, con forma de pequeña montaña nevada, inspirada en nuestro Fontañán».

Se inspiran y homenajean a las madres y ha querido María que llegaran a la tienda precisamente el Día de la Madre: «Cada Fontañina está hecha a mano, con calma, con memoria, usando materias primas de primerísima calidad, de origen leonés, productos de la Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga, apostando por la economía circular, la sostenibilidad real y una forma de trabajo que pone a las personas en el centro. Por todo ello, contamos con el sello Reservas de la Biosfera Españolas, que reconoce nuestro compromiso con el buen hacer».

Cuidadas hasta el último detalle, incluso en los envases, de cartón reciclable o de lata, al estilo de aquellas de nuestra memoria, que podremos coleccionar. 

La repostera María Madrigal en su pastelería de La Pola, A punto de nieve.
La repostera María Madrigal en su pastelería de La Pola, A punto de nieve.

 

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