La actualidad coloca muchas veces en el foco informativo nombres que quedan oscurecidos ‘por la bronca’ en la que parecemos vivir. Ha vuelto a ocurrir en el ayuntamiento de Sahagún ante la decisión de la alcaldesa de cambiar de lugar el retrato de uno de los alcaldes —Benito Pamparacuatro— para colocar un crucifijo.
La bronca política ha vuelto a protagonizar las páginas y las palabras, y Benito Pamparacuatro sigue en ese injusto olvido en el que lleva muchas décadas viviendo pese a ser un hombre que está en las páginas de la historia reciente de este país —no solo de la provincia— y ser el responsable de que su pueblo, Sahagún, pueda lucir el título de «muy ejemplar ciudad». El citado alcalde es, a bote pronto, el «primer alcalde de la II República de España». Así lo resumía el historiador Secundino Serrano en 2006, al cumplirse los 75 años de la citada II República: «A las 7.30 del 14 de abril de 1931, un hombre salió al balcón del Ayuntamiento de Sahagún, en la Tierra de Campos leonesa, con una bandera tricolor y proclamó la República. Fue su alcalde, Benito Pamparacuatro. Un héroe anónimo en los 75 años de la República».
Un héroe anónimo.
Pamparacuatro en Sahagún y el alcalde de Eibar fueron los primeros en proclamar la República, antes que Lluis Companys y Alcalá Zamora Curiosamente el mismo Serrano cuenta en este artículo otros hechos que recuerdan a los actuales, también con crucifijos por medio: «Durante la dictadura, los despachos y salones municipales de España estaban presididos por un crucifijo al que escoltaban los retratos de Franco y José Antonio Primo de Rivera. En una mayoría de ayuntamientos, esos dos iconos de los tiempos aciagos fueron relegados a los trasteros. También en Sahagún, cuyos responsables decidieron en 1988 aliviar la falta de espacio tirando a la basura los objetos inservibles, incluidos los retratos citados, aunque un funcionario sugirió rescatar los marcos, pues parecían de algún valor. Al desmontar el cuadro de Primo de Rivera hallaron en la parte posterior dos diplomas esmaltados con los colores republicanos. El primero era un manifiesto del Gobierno de la República firmado por todos sus miembros.
El segundo aludía específicamente a Sahagún, distinguida en el texto como ‘Muy Ejemplar Ciudad’. El motivo de ese reconocimiento tan singular se debía a que ‘proclamó la República en la madrugada del 13 al 14 de abril, con espontáneo y vibrante gesto de civismo y democracia’. El documento estaba dado en Madrid el 3 de julio de 1931 y lo rubricaba Niceto Alcalá Zamora, presidente del Gobierno provisional».
Fue, por ello, Sahagún quien primero proclamó la República junto al socialista Alejandro Tellería Estala en la villa guipuzcoana de Éibar, horas antes de que lo hicieranBarcelona (Lluís Companys lo hizo a las 13.30) y Madrid (Niceto Alcalá Zamora la proclamó a las 20.15 horas).
Encinas: "Se erigió en líder ante la miseria y la negación de derechos de los jornaleros y la precaria situación económica de los labradores" Otro historiador, Vicente Martínez Encinas, es quien más ha trabajado por sacar del anonimato a este alcalde terracampino, con una recordada biografía en el libro ‘Heterodoxos leoneses’, publicado en 2007 y numerosos artículos en prensa y revistas. «Benito Pamparacuatro Franco nació en Sahagún el día 5 de febrero de 1897. Era hijo de un viajante de comercio y nieto de un afamado médico de Gijón. La familia materna, los Franco, regentaban una posada y eran dueños de un comercio de mercería y zapatería en la Plaza Mayor de Sahagún. La vida familiar de Pamparacuatro cambió repentinamente después de la muerte de su madre. Poco a poco la psicología juvenil de ‘Pampa’ fue adquiriendo tendencias singulares, especialmente artísticas, poéticas y sociales, que le caracterizarían como una persona diferente». La misma que en 1918 impulsó la celebración de dos funciones de teatro con la finalidad de «recaudar fondos con que hacer frente a las necesidades obreras en el próximo invierno (...) y aliviar la penosa situación obrera de la Villa...», según recogía la revista Generación.
Martínez Encinas recrea su militancia en defensa de los obreros de aquellas tierras duras. «En su tienda de la Plaza Mayor, ‘Pampa’ se convertía, ya, a sus 21 años, en un personaje indiscutible de la política obrera del partido judicial de Sahagún. La tienda de ‘zapatillas de orillo’ y mercería, abarrotada de clientes, venía a ser el centro de directrices políticas cuando obreros, labradores y gente de toda condición acudían al mercado que se celebraba en Sahagún. Pamparacuatro, soltero por ideas y convicción, se impregnó de las perentorias necesidades que padecían aquellas gentes. Ante la miseria y la negación de derechos laborales de los jornaleros, y la precaria situación económica de los labradores, poco a poco, se transformó en un redentor, un visionario, un iniciado, un profeta carismático que creyó encontrar solución dogmática a su utopía proletaria».
"La mayor inocentada es hacer labor honrada para una masa oprimida, en una ciudad dormida que no se entera de nada", escribió ‘Pampa’ Luchó contra la dictadura de Primo de Rivera, se hizo incómodo pues, según el párroco de la villa, «era el jefe a quien obedecían con fe ciega»; después llegó la ya mencionada proclamación de la República y el 8 de octubre de 1934 —cuando la Revolución de Asturias— fue destituido como alcalde por orden directa del Gobernador . El proceso que se le abrió le impidió presentarse a las elecciones de 1936, año funesto para él, tiempos en los que convirtió su frustración en recordados versos:«La mayor inocentada es hacer labor honrada para una masa oprimida, en una ciudad dormida, que no se entera de nada».
Y llegó julio del 36. Pamparacuatro se negaba a huir porque, argumentaba, «yo no he hecho nada». Le convencieron para que se escondiera y lo hizo en San Andrés del Rabanedo pero, cuenta M. Encinas: «Por traiciones inconfesables fue delatado y descubierto. Parientes y falangistas llegaron a San Andrés el día 4 de agosto de 1936. Le hicieron firmar un documento de cesión de propiedades y acto seguido lo sacaron a la calle, lo ataron a un camión por los pies y por la cuesta de San Andrés lo arrastraron hasta quedar medio muerto. El tiro de gracia lo recibió cuando agonizaba». Añade que su cuerpo se perdió en los oteros edificados de la zona.
El hombre que hizo "muy ejemplar" a Sahagún
El que fuera primer alcalde de la II República de España está ahora en el centro de la polémica política al ser cambiado de lugar su retrato en el Ayuntamiento de Sahagún para colocar un crucifijo, pero del personaje poco se habla
19/01/2020
Actualizado a
19/01/2020

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