Interpreta a Tony Scibelly, el escolta de confianza del personaje principal, Rachel Marron (Fela Domínguez), una estrella del pop y candidata a un Óscar que está siendo amenazada por un acosador. Desbordado por la situación, Scibelly necesita que le echen una mano, y ahí es donde entra Frank Farmer (Maxi Iglesias o Iván Sánchez dependiendo de la función) que acude como refuerzo de su equipo de seguridad y acaba compartiendo una historia de amor con Marron.
Hizo de guardaespaldas ficticio de Denzel Washington en una visita a un programa de televisión«Muy ilusionado» con la oportunidad que se le brinda, Alberto Cañas siente que el papel le viene como anillo al dedo. «Soy un tío grande, con apariencia de buena gente y al que le gusta bailar, por lo que me adaptaba perfectamente al perfil que buscaban para Scibelly». Además, esta tampoco es su primera vez como guardaespaldas, ya que simuló serlo para Denzel Washington en una visita a un programa de televisión en la que el actor tuvo que enfrentarse a una serie de pruebas u obstáculos protegido por un equipo del que Cañas formaba parte. «Estaba predestinado» a interpretar este papel, bromea a la vez que recuerda que en una ocasión también lo confundieron con el portero de un bar al que había ido con sus amigos.
Ha actuado en obras y series como ‘Águila Roja’, ‘Hospital Central’, ‘Aída’ o ‘Acacias 38’Alberto Cañas podría haber sido perfectamente un guardaespaldas en la vida real, pero decidió que quería ser abogado. Estudió derecho en la Universidad de León (ULE) y empezó a trabajar en diferentes despachos en Madrid. En 2007 lo enviaron unos meses a Nueva York y, cuando regresó, quiso profundizar un poco más en el mundo de la interpretación. «Siempre he tenido una vena un poco graciosa, humorística, que forma parte de mi carácter. Hice un programa para la Radio Universitaria de León, ‘El Departamento’, pero hasta entonces me había tomado todo esto más como un hobby». Tras su estancia en EEUU, Cañas comenzó a formarse en diferentes escuelas con la intención de «ir haciendo incursiones poco a poco» en el complejo mundo del espectáculo, para «ver cómo funcionaba y qué recorrido podía tener».
Esa época coincidió, además, con un periodo en el que empezó a trabajar por su cuenta, como autónomo, lo que le permitió una mayor libertad para compatibilizar su empleo con las clases y con algunos episodios o montajes teatrales. Actuó en obras como ‘La importancia de llamarse Ernesto’, ‘Un tranvía llamado deseo’, ‘El sueño de una noche de verano’, ‘Arte’ o ‘Roberto Zucco’ y en televisión interpretó pequeños papeles en series como ‘Águila Roja’, ‘Aída’, ‘Hospital Central’ o ‘Acacias 38’.

Este musical lo asume, eso sí, como un «reto a nivel actoral por la dimensión del espectáculo. La gente viene exigiendo lo máximo y hay que estar muy metido, muy centrado y dar la talla». Por ahora impedirá también sus visitas más a menudo a León, una ciudad a la que ha permanecido muy ligado, de donde es su mujer, donde han nacido sus hijos y donde vive parte de su familia, que se toma esta faceta suya «con cierta gracia, porque saben que a mí esto siempre me ha gustado mucho y me ven feliz y centrado».