Abrió sus puertas con la llegada del mes de octubre y se encuentra en el número 5 de la calle Sierra Pambley, a escasos metros de la Catedral. Nos referimos a la última aventura del inquieto cortador de jamón Agustín Risueño, que ha puesto en marcha ‘La Dehesa de A! Cuchillo’, un bar que nace con una oferta gastronómica «diferente» que nace de su propio nombre y que lleva por bandera que la gente pueda disfrutar «lo mejor de nuestra tierra».
«La dehesa es el lugar donde está la materia prima de todo y eso es que lo que queremos ofrecer a nuestros clientes al mismo tiempo que potenciamos el sector primario», explica Risueño antes de detallar que su nuevo local nace con la idea de «poder disfrutar de una buena botella de vino, porque tenemos hasta sesenta referencias, con una ración de jamón ibérico 100% o selección, de lomo ibérico, de chorizo, de salchichón o de cecina de nuestra tierra, además de diferentes productos de latería, como mejillones, anchoas o boquerones», agrega el popular cortador. Todo ello sin renunciar a la tapa de cortesía a la hora de tomar un vino, una caña o un vermú.
«Queremos que la gente venga a compartir su tiempo de ocio con nosotros de manera distendida y siguiendo el estilo de las jamonerías y vinotecas que hay en Madrid y en el sur de España. ¿Por qué no en León?», se pregunta Risueño al explicar de dónde nació la idea de montar ‘La Dehesa de A! Cuchillo’. A este respecto, insiste en que se trata de un espacio en el que ha querido mantener la esencia de la tienda que tiene en el número 2 de la calle Cervantes, pero en este caso «para poder compartir los mejores productos de la tierra con la pareja o con los amigos, no para llevarlos a casa».
Porque ésa ha sido desde el año 2016 la esencia de ‘A! Cuchillo’, buenos productos y muy bien tratados. Y eso ha llevado a Risueño a acumular una trayectoria dilatada e intensa que ahora deriva en esta incursión en el sector de la hostelería, en la que mantendrá su lema de siempre: el detalle cuenta. ‘La Dehesa de A! Cuchillo’ está a disposición de todos sus clientes de doce de la mañana a cuatro de la tarde y de ocho de la tarde a doce de la noche, excepto los martes y los miércoles, días en los que cierra por descanso.
