Llegó a León en 1994 desde su Ciudad Rodrigo natal con una plaza de trabajador público. Lo que no sabía hace más de treinta años es que una conversación casual en el hotel al que iba habitualmente a tomar un café iba a añadir un nuevo rumbo profesional a su vida. Agustín Risueño, cortador de jamón y cecina, se sentó este miércoles ante los micrófonos de Cope León, en el espacio ‘Entre Nosotras’ en colaboración con la 9 Televisión y con La Nueva Crónica, para hacer un repaso a su trayectoria y, no sin un poco de misterio, desvelar los nuevos proyectos que tiene pensados para este 2025.
«Sabían que yo tenía relación con el mundo del jamón y me dijeron «Agustín, corta un plato», y a la semana siguiente ya estaba haciendo una boda», cuenta el cortador de jamón al inicio de la entrevista. Así fue como se introdujo en un sector poco profesionalizado hace 15 años, pero en el que él quiso formarse acudiendo a personas como López Ortega o a la academia de cortadores de Florencio Sanchidrián. «Me hizo mi mujer unas tarjetas e iba por los sitios ofreciéndome como cortador», cuenta Risueño. Aunque confiesa que al principio «se reían», su tenacidad hizo que «poco a poco se viera como algo diferente y se empezara a dar exclusividad al producto», añade.
En 2013 recogió el título de mejor cortador de la comunidad y un año después el nacional. Apoyado por su familia, que le acompañaba a todos los eventos, llegó a participar en el Récord Guiness de cortadores de jamón en Sierra de Yeguas (Málaga) en 2015. Tres años más tarde hizo lo propio en León, cuando esta fue capital gastronómica. «Quería hacer lo mismo con la cecina, y con el apoyo del Ayuntamiento y de la IGP lo conseguimos», cuenta cuando se cortó el plato de cecina más grande del mundo. Además se animó a organizar el Concurso de Cortadores de Jamón Ciduad de León - Agustín Risueño que ahora ya va por su séptima edición.
Al preguntarle sobre esta vertiginosa carrera, Agustín Risueño responde que el secreto está disfrutar del trabajo y también en «la constancia». «Si hoy no te sale bien, mañana saldrá mejor», explica, algo que reconoce que «va co la profesión». «Yo empecé a formarme solo y he hecho escuela», sentencia. También en el apoyo de su mujer y del resto de su equipo que trabaja junto a él y que «siempre suman».
El proyecto de Agustín Risueño ‘A!Cuchillo’ cubre decenas de eventos cada fin de semana en primavera y verano, para el que cuenta con una veintena de cortadores en plantilla y también gestiona una tienda de embutidos en el centro de León. Tras crear el ‘Bocadillo solidario’ el pasado 2024, con el que consiguió fondos para la Asociación Salud Mental León, ahora tiene en la mente otros horizontes que dice que apenas puede desvelar. «Quiero hacer un récord solo, posiblemente suceda antes de finales de año», detalla. Añade que, aunque puede contar «poco», está preparando una iniciativa que «será referente de cortadores de Cecina en León». La idea le hace «mucha ilusión» y explica que una vez la ponga en marcha se retirará. «Es algo que hay a nivel de jamón y quiero que exista para la cecina», cuenta.