"Tenemos que hacer ese frente común de vender Bierzo y también consumirlo dentro"

Entrevista a Adelino Pérez, presidente del Consejo Regulador de la D.O. Bierzo

19/10/2025
 Actualizado a 19/10/2025
Adelino Pérez durante la última edición de la feria del vino en Ponferrada. | MAR IGLESIAS
Adelino Pérez durante la última edición de la feria del vino en Ponferrada. | MAR IGLESIAS

En 2022 el Consejo Regulador de la DO Bierzo cambió oficialmente de cabeza y escogió al representante de la bodega Luzdivina Amigo como líder. Adelino Pérez cogió entonces el bastón de mando con un objetivo claro, abrir las puertas del Consejo Regulador a los viticultores y seguir creciendo en botellas, sin comprometer la calidad. El proyecto de zonificación estaba sobre la mesa y le tocó desarrollarlo en unos años en los que todo ha ido cambiando. El mundo ha dado un giro de timón, los consumos también y lo que se queda, es el abrazo a las cepas viejas y la realidad de que la agroalimentación y el mundo rural se preservan. Para aplaudir todo ese trabajo que se manifiesta año tras año con catas "excelentes", La Nueva Crónica ha elegido al Consejo Regulador como premio Negrilla de Oro 2025, que se entregará en Ponferrada el 14 de noviembre. 

-¿Qué le ha parecido el reconocimiento que este año quiere hacer La Nueva Crónica con su Negrilla al Consejo Regulador que preside?

-Estamos encantados. Al final, es dar un reconocimiento que yo creo que va a una labor bien hecha por parte de viticultores, bodegueros y que todo eso se aúna en el Consejo Regulador. Es ir viendo la trayectoria que ha seguido el Consejo.

- Llega justo al final de la vendimia, ¿cómo ha sido?

-La verdad es que ha sido muy satisfactoria. Pensábamos que iba a haber algo menos de uva, porque la climatología nos acompañó durante todo el verano, en el sentido de que no hubo lluvia y eso hace que no tengamos plagas. El año pasado tuvimos dos episodios de granizadas graves que afectaron a muchas hectáreas y este año no pasó. Pero la falta de lluvia ha hecho que la uva esté más pequeña. En calidad está muy bien, pero en cantidad se ha visto algo más reducida. Pensábamos que íbamos a tener una cosecha normal, pero por la parte baja de la horquilla, entre 8 y 10 millones de kilos. Al final, como el tiempo siguió acompañándonos, hemos llegado a superar los 10 millones de kilos, con lo que ha habido uva de mucha calidad, muy sana para la elaboración de vinos con lo que estamos muy contentos.

-¿Cómo calificaría lo que ha dado de sí el año en la viña? ¿La D.O. está creciendo? Hay muchos proyectos grandes como el de la finca de Santullano o en Otero ¿esto beneficia a la DO?

-En el mundo del vino, todos los países estamos sufriendo una crisis que viene dada por la falta de consumo. La tendencia del consumidor está cambiando y las normativas de algunas administraciones están haciendo complicada muchas veces la labor de los viticultores. Las normativas en cuanto a conducción, con el 0,0 de alcohol, aunque nosotros siempre hemos abogado por el consumo moderado, a veces nos quita mucha parte de enoturismo y de lo rural. La gente se mueve de un pueblo a otro y yo creo que por tomarse un vino no debe haber ningún problema, otra cosa es superar los límites de alcohol, pero el 0,0, si lo llegan a implantar, creemos que es perjudicial. Pero en esa tesitura internacional, viendo que el mundo del vino está complicado, en El Bierzo sí que la tendencia es buena. Están entrando grupos importantes como Emilio Moro, ahora Pescaderías Coruñesas y sí que están cambiando el paisaje del Bierzo en el buen sentido, porque están recuperando viñedos, están haciendo nuevas plantaciones y eso nos viene fenomenal. Que esos grupos nos pongan en el mapa, porque ellos son importantes y grandes y llevan trabajando generaciones en el mundo del vino, nos ayuda a fortalecer nuestra marca de Bierzo. El balance anual es muy positivo porque también hemos visto como bodegueros muy reconocidos vuelven a estar con 100 puntos Parker. Todas las calificaciones de los prescriptores son muy buenas, no solo para esos grandes sino en general. Tenemos vinos por encima de los 90 puntos en distintas clasificaciones y eso para nosotros es muy importante. Nosotros ya decíamos que hacíamos buenos vinos, pero ahora nos lo reconocen fuera y, al final, esas tendencias y esos consumos se ven favorecidos en El Bierzo. 

"Necesitamos ayudas para mantener nuestro viñedo viejo, que, en muchos casos no es muy rentable"

-¿Dónde cree que está la clave para que se fijen en los caldos bercianos?

-Por una parte, las variedades autóctonas del Bierzo, Mencía y Godello, están funcionando muy bien para esos cambios de hábitos de consumo. Gustan más los vinos frescos, pero a la vez elegantes y con complejidad. Son más fáciles de beber. Si se han puesto de moda los vinos blancos, nosotros tenemos una de las variedades en cabeza, el Godello. Es una variedad muy fácil de vinificar. Tiene elaboraciones muy buenas, no sólo como vinos jóvenes, sino incluso en madera. Todo eso hace que El Bierzo esté en tendencia, porque los consumidores se apuntan a ese tipo de vinos. Nuestras variedades y nuestro clima nos permiten estas elaboraciones. 

-Ha sido un año de pelea también, en defensa de un Godello que Rueda quiere plantar ¿en qué punto está esa batalla? ¿Está satisfecho con esa lucha?

-Estamos defendiendo lo nuestro y estamos trabajando bien. Trabajamos sobre nuestras variedades autóctonas, sobre esa clasificación de los vinos. Eso hace que la gente se fije en Bierzo y nos llaman de muchas Denominaciones de Origen como Ribera de Duero, de Cataluña, incluso desde Andalucía para preguntarnos cómo hemos llegado a esa clasificación. Ha sido un trabajo duro, concienzudo, de establecer todos los parámetros para después seguir toda la trazabilidad de las parcelas...Eso que hacían nuestros antepasados siempre, hacer vinos de una parcela, que era la mejor y después de otra parcela, ahora se ha plasmado en nuestra normativa y eso hace también que alguien más se fije en Bierzo por esa manera de hacer las cosas: esa clasificación, esa defensa del Godello...Ahora mismo, la Junta de Castilla y León no ha tomado todavía ninguna decisión, lo ha dejado en stand by y así seguimos. Rueda tampoco ha dicho nada más por lo que, a día de hoy, no puede elaborar vinos bajo el amparo de la DO de Godello y nosotros seguimos. Creo que es lo que debemos hacer, defender nuestro Bierzo con esas variedades  y vender mucho Bierzo porque llegarán otras denominaciones, incluso de otros países, que elaboren variedades como las nuestras o parecidas, pero al final nuestras peculiaridades, nuestra climatología, nuevas elaboraciones artesanales, nos identifican.

-No sé si este capítulo les deja un mal sabor de boca con respecto a la defensa de las administraciones ¿podrían haber mimado más a la D.O. Bierzo?

-Nosotros hemos levantado la voz y las administraciones nos han escuchado porque han parado la inclusión de esa variedad dentro de la otra Denominación. Sí se nos ha escuchado y nosotros seguimos defendiendo lo nuestro. Mientras, en este impás, nosotros no tenemos ningún problema. Seguimos elaborando a nuestra manera, con nuestras elaboraciones perfectas y hay denominaciones que no pueden hacerlo. Es un triunfo que no sabemos hasta dónde va a llegar pero, por ahora, es un triunfo.

-Otro triunfo es que cada año vuelve a dejar una clasificación de cata "excelente" y ya suman varios consecutivos ¿qué significa eso para la D.O.?

-Al final es el buen hacer, el trabajo desde la viña hasta la bodega. Estamos de moda. Traemos un panel de cata de denominaciones de alrededores, de sumilleres que catan a ciegas nuestros vinos y les dan puntuaciones. Creemos que estamos haciendo bien las cosas , por eso se fijan en nosotros los de fuera y quieren venir también a elaborar nuestras variedades y nuestros vinos aquí. Para nosotros es un orgullo tener esa continuidad de excelencia, sobre todo por que lo que dice el Consejo Regulador, luego lo dicen los prescriptores y cada vez estamos en más cartas de buenos restaurantes. Eso hace que las bodegas del Bierzo tengan esa continuidad en esas elaboraciones y sigan haciendo bien las cosas.

"La Negrilla es dar un reconocimiento que yo creo que va a una labor bien hecha por parte de viticultores, bodegueros y que todo eso se aúna en el Consejo Regulador"

-¿Cada vez se valora más el viñedo viejo o se opta por su renovación?

-Siempre tiene que haber un equilibrio. Es verdad que El Bierzo siempre ha defendido su viñedo viejo y es por lo que hemos sido conocidos, pero hay veces que ese viñedo es muy costoso de mantener y de realizar todos los trabajos de invierno. Siempre nos quejamos de que falta mano de obra. Vemos que la gente tiene que cambiar para dar rentabilidad al viñedo y dejarlo más mecanizado. Pero creo que en el equilibrio está la clave, en que la gente hace esos vinos de paraje con viñedos viejos pero también los jóvenes con esas nuevas plantaciones.

-¿La viticultura hoy se está viendo como una salida económica, ha dejado de ser la segunda actividad familiar?

-Sí, pero nos ha venido dado porque ha faltado el relevo generacional. Eso ha hecho que las bodegas compraran más viñedo y la gente que se dedica al viñedo lo hace más profesionalmente. Hay menos viticultores pero con más hectáreas para cultivar y sacar rendimiento y eso lo que hace es profesionalizar, que es algo que necesitábamos. Y tenemos que seguir con ello para que no se abandone el viñedo y para que esto sea rentable. Todo el que trabaja en la agroalimentación debe buscar rendimiento.

-¿Hoy es rentable?, porque se habla mucho del precio de la uva como problema de fondo...

-El sector es rentable, sí es verdad que en El Bierzo la DO está controlando unas 2.500 hectáreas de viñedo y todavía seguimos teniendo inscritos más de mil viticultores. A cada  viticultor, si dividimos, le toca muy poco espacio. Realmente no es así, porque hay algunos que tienen muy pocas parcelas. Un berciano nunca va a dejar morir su viña y su tierra. Aunque algunos, con la falta de ese relevo, sigan cultivando esos terrenos pequeñitos, otros ya acaparan más terrenos y encuentran esa rentabilidad. Ojalá sigamos ese crecimiento y podamos decir que las botellas de vino se venden cada día un poco más caras, para que todo eso pueda repercutir en el precio de la uva, que es lo importante. Si al final desde las bodegas se paga bien la uva, el viticultor va a seguir trabajando. 

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Con un Godello entre las manos. | MAR IGLESIAS

- ¿Los fuegos podrían afectar en paralizar todo este crecimiento? Se dice que han actuado como cortafuegos, pero no sé si han puesto las "barbas a remojo" y comienzan a tomar medidas preventivas para el futuro...

-Los incendios nos han afectado indirectamente porque la gente escuchó mucho ese problema y hemos dejado de tener visitas de enoturismo. Pero lo que es al viñedo y a los vinos no les ha afectado. Hemos hecho analíticas, porque hay una parte que puede afectar a las elaboraciones de vino, con relación a que esa ceniza o ese humo se quede impregnado en las uvas y lo puedan trasladar al vino. Pero hemos visto que no, porque hubo mucho viento, algo que avivó el fuego y fue malo, pero que también se llevó el humo y no dejó que se posara en las uvas. Pero, al final, lo agrícola hace que se fije el terreno rural. Mientras los pueblos tengan gente serán ellos los que limpien los montes. La gente es la que nos va a cuidar el territorio y que haya menos incendios. Sí es verdad que el clima está cambiando y son las instituciones las que tienen que echar una mano con eso y poner todos los fondos necesarios para mantener el viñedo, los frutales y todo lo agroalimentario. Se ha demostrado que donde hay un cultivo permanente todo el año, ahí no hay fuego.

-En ese sentido, no sé cuál sería vuestra petición a las administraciones...

-Necesitamos ayudas para mantener nuestro viñedo viejo, que, en muchos casos no es muy rentable y necesita mucha mano de obra. Necesitamos seguir dando ese valor añadido al viñedo viejo y para eso hay que ayudar a los viticultores. Necesitamos que toda la normativa, que nos decían que iba a ser muy fácil, lo sea, porque es todo lo contrario. Obligan al viticultor a rellenar cuadernos de campo digitales, a tenerlo todo informatizado...y eso es muy costoso para el viticultor y para las bodegas. Tener una persona destinada a esa parte administrativa es muy complejo. Y vemos que en otros países no se está llevando a cabo, con lo cual, vemos que cuando salimos al mercado lo hacemos con unos costes superiores. Las instituciones deben ayudar a esa parte agroalimentaria porque es fijar población en el medio rural y eso ayuda también al cambio climático. Arrancando desde el rural podemos hacer muchas cosas buenas para ayudar al medio ambiente y que la agricultura y el monte vaya mejor.

"Llegarán otras denominaciones que elaboren variedades como las nuestras o parecidas, pero al final nuestras peculiaridades nos identifican"

-Un hito de la DO ha sido la clasificación ¿se está notando ya?, ¿y la incorporación de nuevas variedades?

-Por supuesto. La clasificación está siendo un motor de la Denominación. Es verdad que tenemos que explicarlo mucho porque es algo diferenciador y diferente con respecto a lo que se estaba haciendo en España. Se hacía en Borgoña o en Burdeos y nosotros nos hemos fijado en los que lo hacían bien. Ahora, otras regiones nos piden ayuda para hacerlo. Cada año más bodegas se animan a hacer esos vinos de paraje, de pueblo, de viña, y cada año estamos vendiendo más botellas que siempre tienen un valor añadido. La gente va reconociendo ese paraje que tradicionalmente ha hecho unos vinos buenos. 

-Fuera de nuestras fronteras ¿qué es pedir un Bierzo?

- Poco a poco nos están reconociendo pero queda mucho camino que andar. Desde la DO hemos estado viajando a salones y ferias para hacer ese reconocimiento de Bierzo pero nos damos cuenta que somos muy pequeñitos y que seguimos teniendo que hacer esa labor de salir y también de traer a importadores a la comarca. 

-¿Hacia dónde se encaminan esos vinos y hay producción suficiente para surtir nuevos mercados?

-Uno de los mercados más importantes que teníamos era EEUU, pero hemos tenido dificultades con los aranceles. Siempre se nos han dado bien los países anglosajones, pero hay que abrir  fronteras y hay países emergentes como Brasil, México, que comienza a consumir vino. Y Bierzo tiene que estar ahí para expandirse. Si al final los prescriptores nos ponen esas buenas valoraciones, nosotros tenemos que salir fuera a venderlo porque se reconocerá esa calidad. Ahora sí estamos preparados para surtir mercados. La bajada de consumo por el cambio de hábitos ha hecho que Bierzo pueda surtir esos mercados. 

-¿Cuáles son los próximos objetivos que se marca la D.O.?

-Mantener nuestro viñedo viejo, nuestras variedades autóctonas y seguir haciendo vinos de calidad para salir a los mercados y que cada día esas botellas de Bierzo valgan un poco más. Que esos clientes de fuera puedan pagar un poco más por nuestras botellas.

-¿Qué consejo le daría a viticultores y bodegueros bercianos para que la marca Bierzo siga creciendo?

-Tenemos que hacer ese frente común de vender Bierzo y también consumirlo dentro. Siempre hablamos de internacionalizar pero también se deben hacer las cosas desde dentro. Una vez que nosotros interioricemos consumir Bierzo, convenceremos a la hostelería del valor añadido de Bierzo.

"Ojalá sigamos ese crecimiento y podamos decir que las botellas de vino se venden cada día un poco más caras"

-¿No somos profetas en nuestra tierra?

-Creo que deberíamos serlo más, porque, si estamos vendiendo 8 o 10 millones de botellas, solo con que la mitad se quedara en nuestra región sería un buen síntoma.

-Hay cambios a nivel mundial que les han tocado, como los aranceles de EEUU que comentaba ¿están inquietos por el futuro?

-Sí. El mundo del vino está sufriendo una transformación en los consumos. Los jóvenes no tienen la cultura del consumo del vino y se deja para momentos puntuales y se consumen otras cosas. Tenemos que defender lo nuestro y adaptarnos a los gustos de los consumidores. Nosotros lo estamos haciendo con el Godello pero debemos hacer mucha formación y promoción para que la gente siga bebiendo vino que para nosotros sigue siendo un alimento. 

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