Para la DO es un éxito pero “también para las bodegas que han conseguido llegar a la meta tras la aprobación del nuevo pliego de condiciones que permite, no sólo la nueva clasificación geográfica, sino también la utilización de dos históricas variedades autóctonas -merenzao y estaladiña-,la posibilidad de elaborar claretes, y monovarietales de garnacha tintorera, y que contempla, además, la incorporación de 10 nuevos municipios como productores acogidos”, explican desde el Consejo Regulador.
El Pleno del Consejo Regulador ha aprobado la inminente salida al mercado de partidas de vinos de Paraje y vinos de Villa elaborados con mencía y godello, pero también con merenzao, y monovarietales de garnacha tintorera,en lo que representa “una nueva era para los vinos del Bierzo”, cuya Denominación de Origen se sitúa así entre las grandes zonas vinícolas del mundo y como una de las grandes impulsoras de este proceso en España.
“Estamos realmente felices de haber podido coronar todos estos trabajos en una sola legislatura. Con la salida al mercado de los nuevos vinos iniciamos un nuevo ciclo para la Denominación de Origen Bierzo”, reconoce la presidenta de la DO, Misericordia Bello. “Somos pioneros y hemos hecho historia en el sector del vino de España”. En concreto, han sido las bodegas Cantariña Vinos de Familia, Descendientes de J.Palacios, Banzao y Losada Vinos de Finca las primeras cuatro bodegas que han puesto a la venta vinos bajo unidades geográficas menores y/o variedades de uva.
De esta forma, la Denominación de Origen Bierzo potencia la calidad de sus vinos, ya que las nuevas clasificaciones de viñedos están sujetas a mayores exigencias en la producción y a un mayor control. Además, se ponen en valor los viñedos de los nuevos municipios y se crea una mayor variedad de vinos “al reconocer el tradicional clarete, dos nuevas variedades de uva y monovarietales de garnacha tintorera”.
El Consejo destaca el control exhaustivo realizado por los técnicos, que se inicia antes de la vendimia en las parcelas en las que se tiene previsto elaborar estos vinos, siguiendo por la vigilancia de los rendimientos por parcela previstos en el nuevo pliego de Condiciones y su identificación. Todo ello con el objetivo de garantizar que las indicaciones y características anunciadas en el etiquetado se ajustan a la realidad.
Su principal característica es que los Vinos de Villa tienen un rendimiento de kilogramo de uva por hectárea un20% menor al máximo fijado para los demás, mientras que, en los de Paraje, el rendimiento es de un 25% menos. “En definitiva, se prima la calidad frente a la cantidad”.
Por otro lado, los vinos de Paraje podrán dar lugar a vinos de Viña Clasificada tras cinco años tipificados como vinos de Paraje y cuya calidad haya sido reconocida por el Comité de Expertos del Consejo Regulador, y éstos a su vez pueden evolucionar como de Gran Viña Clasificada si fueron tipificados durante cinco años como vinos de Viña Clasificada y el rendimiento de la uva es un 35% inferior al máximo fijado. Eso significa que los primeros vinos de Viña Clasificada verán la luz en 2025 como mínimo, y los de Gran Viña Clasificada en 2030.
El Consejo Regulador estima que la práctica totalidad de bodegas que se vayan acogiendo a las nuevas clasificaciones y que estén en condiciones de sacar al mercado vinos de Paraje o de Villa, reservarán partidas para alcanzar - tras los plazos indicados-las clasificaciones más exclusivas:las de Viña Clasificada y la de Gran Viña Clasificada.