Ya hay fecha para el juicio que se celebrará en la Audiencia Nacional de Madrid contra el Expediente de Regulación de Empleo (ERE de la compañía Teleperformance. Será el martes 23 de enero y llega después de que el Ministerio de Trabajo no atendiera a la reclamación de los trabajadores de la sede de Ponferrada despedidos hace escasos meses.
La vía judicial es el siguiente paso adoptado para defender a los empleados, si bien desde el sindicato mayoritario del comité de empresa, la Confederación General de Trabajadores (CGT), han reconocido en varias ocasiones que se trata de un asunto «complejo», puesto que otras fuerzas sindicales firmaron el acuerdo de los despidos con la empresa, por lo que lo avalaron y aportaron presunción de veracidad. No obstante, lucharán en la capital de España contra las «irregularidades» que detectan, las cuales señalan que no era necesario realizar una medida «tan lesiva», según aseguran.
Para abrir la vía judicial se ha interpuesto una demanda colectiva para todos los centros ubicados en España pero, además, los trabajadores afectados han procedido también a presentar demandas con carácter individual.
La empresa Teleperformance, que opera en diferentes sedes de España pero sus redes también están presentes en el extranjero, anunció a principios de octubre el despido de 141 trabajadores de su sede berciana de los 399 totales que componen la plantilla. De ellos, 105 fueron voluntarios y 36 forzosos. Esta decisión se tomó sin la aprobación del sindicato CGT, que consideraba que las excusas ofrecidas por la empresa, como la reducción del volumen de trabajo, carecían de justificación, pero con la firma de los demás sindicatos: CCOO, UGT y USO.
Estas cuestiones serán defendidas en el juicio, tal y como apunta la presidenta del comité de empresa Yerai Vidal a este periódico. «De cara al juicio por parte de CGT sabemos que es muy complejo pero esperamos que se reconozca la falta de causa para un volumen tan elevado de despidos y la justicia proceda a tomar medidas», reza.
Precariedad laboral
Desde la sede de Ponferrada, además, denuncian que sus condiciones laborales son más precarias que en el resto de delegaciones de la compañía. Según denuncia Vidal, la mayor parte de la plantilla (alrededor del 80%) tiene un contrato parcial con un máximo de seis horas, una situación que no se presenta en otras ciudades. «Es un porcentaje más elevado en Ponferrada, ya que en otros centros, como por ejemplo Madrid, si ofertan una jornada de 20 horas semanales no encuentran gente. Aquí, con la falta de ofertas laborales, sí pasa», lamenta.
La mayor parte de los trabajadores que se encargar de recibir llamadas telefónicas están contratados con 20 horas semanales, si bien se resignan aseverando que «esto no es nada nuevo, pues la parcialidad en el telemarketing es habitual». No obstante, consideran que «además de subir el Salario Mínimo Interprofesional, deberían regular las contracciones con respecto a las horas de contrato, pero eso ya lo veremos si acaso para el milenio que viene».
Además, desde los despidos realizados por la empresa, los trabajadores señalan un sobredimensionamiento de las llamadas «brutal». Aseguran la imposibilidad de atender todas con el personal que hay, mientras el nivel de estrés sigue en aumento. Señalan una sobrecarga de trabajo «notable», además de «una falta total de personal de estructura en la compañía».
Así, el día 23 de enero los trabajadores lucharán en Madrid por sus derechos.