La empresa Teleperformance, que opera en diferentes sedes de España pero sus redes también está presente en el extranjero, anunció a principios de octubre el despido de 141 trabajadores de su sede berciana de los 399 totales que componen la plantilla. De ellos, 105 fueron voluntarios y 36 forzosos. Esta decisión se tomó sin la aprobación del sindicato mayoritario en el comité de empresa, Confederación General de Trabajadores (CGT), que consideraba que las excusas ofrecidas por la empresa, como la reducción del volumen de trabajo, carecían de justificación, pero con la firma de los demás sindicatos: CCOO, UGT y USO.
Tras esta decisión, a principios del mes de octubre, el comité de empresa de Teleperformance Ponferrada aprobó el informe en contra del ERE de la compañía para presentar ante el Ministerio de Trabajo con el objetivo de revocarla. En dicha reunión, convocada a petición de la CGT, se presentó un contrainforme evaluando la situación del expediente que la empresa anunció.
Pues bien, la reunión con el inspector de trabajo asociado a este Expediente de Regulación de Empleo ya ha tenido lugar. En este encuentro, la empresa argumentó que había entregado y presentado todo de forma correcta, manteniendo la postura adoptada durante las negociaciones y, además, los sindicatos firmantes defendieron a la compañía, según señalan desde CGT. Ante esto, este último sindicato explicó los detalles del contrainforme realizado y, desde entonces, todavía no ha recibido ninguna respuesta de la inspección con su valoración final.
Así, el siguiente paso tomado no es otro que acudir a la vía judicial, un movimiento que ya estaba sobre la mesa en las últimas semanas y que se ha terminado por realizar. La demanda ya está interpuesta en el juzgado y, actualmente, CGT se encuentra a la espera de que la Audiencia Nacional les transmita una fecha para la celebración del juicio, según comentan desde el sindicato a La Nueva Crónica. No obstante, reconocen que se trata de un asunto «complejo» puesto que otras fuerzas sindicales firmaron el acuerdo con la empresa, por lo que lo avalaron y aportaron presunción de veracidad. Aún así, CGT se basa en las «irregularidades» que detectan, las cuales señalan que no era necesario realizar una medida «tan lesiva».
De hecho, comentan que Majorel, la empresa que ha sido adquirida por Teleperformance recientemente, acaba de lanzar un ERE sólo un mes después. «Hay una conexión ahí que se puede ver que viene a demostrar lo que vinimos diciendo durante la negociación, que el nuestro es un ERE preventivo por una fusión y que no tiene ninguna justificación», denuncian desde CGT.
Desde los despidos, los trabajadores señalan un sobredimensionamiento de las llamadas «brutal». Aseguran la imposibilidad de atender todas con el personal que hay, mientras el nivel de estrés sigue en aumento. Señalan una sobrecarga de trabajo «notable», además de «una falta total de personal de estructura en la empresa».